Otra de las cosas más importantes de nuestra vida es ser uno mismo, y si las malas personas te acomplejan, no les hagas ni caso. Sé tú mismo, tal como eres y, sobre todo, sé amigo de ti mismo.
Cada persona es como es: Unas son altas; otras, bajas; unas tienen el pelo castaño, otras tienen el pelo rubio; a unas les gustan los idiomas; a otras, las matemáticas...Todos somos diferentes, no tenemos los mismos gustos, a unos se les dan bien unas cosas; a otros, otras... No hay que criticar a las personas por su apariencia, ni por su forma de ser, ni por sus gustos, pero sobre todo no hay que meterse con sus razas. Cada persona tiene una raza distinta y hay que respetarla, como ellos respetan la nuestra.
Para saber convivir en un mundo, tenemos que cumplir una serie de normas. Respeta a los demás, y ellos te harán respetar. A determinadas personas les caeremos bien, a determinadas mal. Pero lo más importante es ver el lado bueno de las cosas. El mundo es un pañuelo, podemos conocer gente de todos los sitios. Hay gente buena que siempre estará de tu lado (tu familia y tus amigos, los de verdad) y gente que no va a estar de tu lado (no son tus amigos o son falsos amigos). Y, si las malas personas te critican e intentan acomplejarte, no les hagas ni caso, tienen envidia. Tal y como dice el refrán: "Si la envidia fuera tiña, cuántos tiñosos habría". Así que pasa de ellos y sigue tu vida a tu ritmo.
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