domingo, 3 de julio de 2011

Diario de Megan Hartley Rivers-Capítulo 4: Apoyos hay en todas partes

Friego los cacharros. El sol sale mientras trabajo. Miro por la ventana. El sol, todavía tapado por las nubes. Vuelvo a mi tarea. Me detengo otra vez en cuanto sus destellos reflejan sobre los azulejos de casa. Miro de nuevo. Nada, vuelve a taparse otra vez.

Sonrío: El sol se esconde cuando menos se lo espera una persona, pero también sale. Sabemos que quema, pero también sabemos que, en el fondo, es travieso e incluso algo tímido. Nuestro amigo Lorenzo es una mezcla de introversión y extroversión. 

Lo que intento decir es que (y esto es muy importante) el sol no siempre sale cuando queremos, no es un dios al que siempre tenemos que invocar, ni que siempre nos va a ayudar. Tampoco es como el hada madrina de Cenicienta. A veces hay que pasar por las tormentas y los relámpagos, o incluso por huracanes. La vida no está pintada de rosa, tiene más colores: Verde, amarillo, azul, negro...aunque no lo parezca, ¡¡¡incluso morado!!!

Por eso, aunque el sol no aparezca, vivid la vida, sentidla, aprovechadla, disfrutadla al máximo. Y, cuando haya una tormenta, os podéis apoyar sobre vuestros seres queridos, ellos os ayudarán. 






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