Cuando entré por aquel edificio casi me saltan lágrimas de los ojos...pero no de esas lágrimas que te despedazan y se alimentan de tu alegría hasta romperte el corazón: No. Eran lágrimas de felicidad, aquellas capaces de revivir tus viejos recuerdos, aquellas capaces de rememorar tu infancia.
Pero hay más cosas en la vida, no nos olvidemos de eso. Lo importante es vivir en el presente y continuar nuestro camino. Comprobaremos que, a lo largo de nuestra vida, nos pasarán cosas buenas y cosas malas...pero tampoco os rindáis. Para conseguir un sueño, primero hay que luchar por ello, tener paciencia y mucho ánimo. En la vida hay sonrisas y lágrimas, pero todos tenemos que continuarla. Seguid a vuestro corazón, haced lo que os dicte, paso a paso, poco a poco, y conseguiréis llegar a vuestra meta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario