martes, 15 de mayo de 2012

La Sirenita

Versión de la carátula
 de La Sirenita
La Sirenita es una película de animación basada en el cuento del mismo nombre de Hans Christian Andersen, producida por Walt Disney Pictures. Se estrenó el 17 de noviembre de 1989 en Estados Unidos, Canadá y México, y fue la única película en la historia que su fecha de estreno mundial se extendió por casi 800 días (más de dos años).

Póster
cinematográfico de La Sirenita



















Es la vigésima octava película en el canon de largometrajes animados de The Walt Disney Company y en la lista de Los Clásicos de Walt Disney. Se convirtió en todo un éxito dando lugar a una nueva época dorada a la compañía, y a la que siguieron otros grandes éxitos como La Bella y la Bestia, Aladdín y El rey león, películas tradicionales de la primera mitad de los 90, la cual terminó con la película Tarzán, en el año 1999.

La Sirenita se centra en Ariel, una princesa-sirena de 16 años cuyo sueño es conocer el mundo de los humanos. La joven ignora las advertencias de su padre, el rey Tritón, y de su ayudante, Sebastián, quienes le dicen que el contacto entre las sirenas y los humanos está prohibido.

En la foto, arriba: El rey Tritón y la bruja del mar, Úrsula.
En el centro, de izquierda a derecha:
Flounder, Ariel, Scuttle, Eric y Sebastián.
Una noche, Ariel, Flounder y Sebastián viajan a la superficie del mar, donde ven que en un barco se celebra el cumpleaños de Eric, un apuesto príncipe del que se enamora Ariel y al que salva después de que el barco donde éste estaba celebrando su cumpleaños naufragase debido a una tormenta.

A partir de entonces arriesgará su vida para convivir como humana en el mundo de los humanos y así lograr conquistar a Eric en 3 días, entregándole su dulce voz a Úrsula, la bruja del mar, a cambio de dos preciosas piernas humanas.



BANDA SONORA DE "LA SIRENITA"

La banda sonora de La Sirenita está constituida por 20 canciones:

Carátula de la banda sonora de La Sirenita
1. En el fondo del mar.
2. Créditos (música instrumental).
3. Fanfarria (música instrumental).
4. Las hijas del rey.
5. Parte de él.
6. Bajo el mar.
7. Parte de él (variación).
8. Pobres almas en desgracia.
9. Los peces.
10. Bésala.
11. Fuegos artificiales (música instrumental).
12. Giga (música instrumental).
13. La tormenta (música instrumental).
14. Destrucción de la gruta (música instrumental).
15. Restos del naufragio (música instrumental).
16. Visita guiada al reino (música instrumental).
17. Hora de dormir (música instrumental).
18. Anuncio de boda (música instrumental).
19. Eric al rescate (música instrumental).
20.  Final feliz.



"LA SIRENITA 2: REGRESO AL MAR"


Carátula de La sirenita 2: Regreso al mar
La historia comienza después de que Ariel se convirtiese en humana por voluntad del rey Tritón, su padre, para así hacerla feliz. Ahora casada con el rey Eric, ha tenido una hija, Melody. Durante la celebración del regreso de Ariel y su hija al mar, aparece Morgana, la hermana de Úrsula, que atrapa a la niña y chantajea al rey de los mares con matarla si no le entrega el tridente, pero pierde su oportunidad. Después de fracasar en su intento de conseguir el tridente de Tritón, desaparece jurando que se vengaría de la familia de éste y, sobre todo, de su adorada nieta. Esto provoca que Ariel, por miedo a lo que pudiera pasarle a su hija, decida darle a su padre el collar de Melody. Para que Melody no sepa que existen las sirenas y la Atlántica, su madre decide construir un gran muro alrededor del palacio, para así que no entre al océano.

Doce años después, Melody, siempre bajo la vigilancia del cangrejo Sebastián, escapa del palacio y nada debajo del muro para acceder al océano que tanto ama. En su doceavo cumpleaños encontró el collar que su abuelo le había obsequiado el día de su nacimiento, y decide huir de su hogar cuando su madre se rehúsa a decirle el significado de aquel collar y le prohíbe volver a entrar al océano. Morgana, que había permanecido oculta en los mares del norte tantos años, ve una oportunidad para vengarse del rey Tritón y su familia, atrayendo a Melody hasta ella, donde la convence que es mitad sirena, y la transforma en sirena a petición suya. Para conseguir el tridente del rey, Morgana miente a Melody diciendo que el tridente de Tritón era suyo y que le fue robado. Melody va a por él. Mientras tanto, Ariel le pide a su padre que le transforme en sirena para buscar a su hija más rápido.

Cuando Melody llega al reino de su abuelo, consigue huir con el tridente, pero su collar cae y no pudo recuperarlo. Ariel y Flounder siguen a dos mantas sirvientas de Morgana, que habían estado vigilando a Melody de cerca. Melody le entrega el tridente a Morgana, que, llena de poder, subordina al rey Tritón y a sus soldados. Todos están bajo el poder de la bruja, pero Melody se convierte en humana, ya que el efecto del hechizo ha pasado. Ahora que no le afectan los poderes, se lanza contra Morgana, arrebatándole el tridente; y se lo devuelve a su abuelo, que le lanza un conjuro a la bruja y la congela para siempre.

Melody se disculpa con Ariel, pero ésta le dice que no tiene por qué disculparse, ya que le debió contarle la verdad desde el principio.

En su reencuentro con Tritón, éste le da un regalo especial: una decisión; convertirse en sirena para siempre e irse a vivir al océano con él, o quedarse con sus padres en palacio. Pero Melody prefiere seguir siendo humana y destruir el muro, para que así los dos mundos (el mundo de las sirenas y el mundo de los humanos) estén juntos.

BANDA SONORA DE "LA SIRENITA 2: REGRESO AL MAR"


1. Rumbo al mar.
2. Un momento.
3. Tip y Dash.
4. En la tierra y en el mar.
5. Parte de él (créditos finales).


LA SIRENITA 3: EL ORIGEN DE LA SIRENITA


Carátula de La sirenita 3
La sirenita 3: El origen de la sirenita es el título de la última secuela animada de La sirenita. Esta película no se estrenó en cines, sino que directamente salió en venta en DVD el 24 de septiembre de 2008. Es una precuela, ya que se centra en la vida de Ariel antes de conocer a su esposo Eric.

Sirenas y tritones viven felizmente en su mundo lleno de música, pudiendo salir a la superficie a jugar cuando deseasen. El rey Tritón vive feliz con su esposa, Athena, y sus hijas; hasta que un día, por culpa de unos malvados piratas, Athena muere. A partir de entonces Tritón prohíbe la música y sobre todo que ningún tritón o sirena salga a la superficie. Ariel deberá vivir grandes aventuras para que la música y la alegría vuelvan al mar.

domingo, 13 de mayo de 2012

Historia de una adolescente-Capítulo 10: El primer amor de Ciara

CAPÍTULO CONTADO POR FELICITY


El primer amor puede aparecer en cualquier etapa de la vida. Nunca se sabe si el primer amor puede ser el amor de tu vida o no: En la mayoría de los casos no lo es, pero hay muy pocos casos en los que el primer amor sí puede ser el amor de tu vida.

Los noviazgos suelen ser de corta duración, aunque hay muy pocos casos en los que tengan una duración larga. Y eso puede ocurrir en todas las etapas de la vida.

Para Ciara, la primera vez que apareció fue hace poco, unas dos semanas aproximadamente, cuando recibió una carta de amor:

Ciara estaba metiendo los libros de francés en la taquilla cuando un sobre cayó de su taquilla. Ciara lo cogió.

-¿Qué es esto?-preguntó, mirándolo con extrañeza.

-Seguramente que fue idea de alguno de estos bobos-respondió Melisa, con desdén, refiriéndose a los chicos.

-No trae de quién es-dijo Ciara.

-Se supone que la persona que te la mandó no debe ponerlo para que adivines por tu cuenta quién es-dijo Ella-. ¿O no ves pelis románticas?

-Rómpelo todo-la interrumpió Melisa, dirigiéndose a Ciara-. No tiene sentido abrir y leer una carta cuando se sabe que son los idiotas de The Secret Door.

-No se sabe, Melisa-dije-. Igual es una carta de otro chico. No creo que The Secret Door, con lo poco correctos que son, compren un sobre para meter una carta dentro. Y si es una carta, fijo que es una hoja de papel de libreta con manchas de chorizo sin meter en un sobre.

Ciara abrió el sobre. Dentro de él había un papel rosa: era la carta.

-Léela, por favor-le pedí a Ciara.

-¡Sí, léela!-suplicó Ella.

Ciara leyó la carta:

Querida Ciara:


No sabes quién soy, pero yo sé quién eres y voy a decirte una cosa: me gustaste desde el primer momento en que te vi, no te voy a decir dónde ni cuándo, pero desde el primer momento que te vi me enamoraste. 


Nunca había visto unos ojos tan bonitos en mi vida: ese tono tan vivo, que me hace sentir fuerte cada vez que los recuerdo. Por no hablar de tu pelo brillante, liso y sedoso, que me gusta mucho más todavía cuando el viento te lo columpia y cuando el sol te lo hace brillar.


Tus labios también me encantan, de hecho son mi principal atracción: son tímidos, agradables y muy bellos, como los de una princesa. Y tus sonrisas también me encantan: cuando sonríes, yo también sonrío, aunque estas sonrisas no estén dirigidas a mí me gustan igualmente. No soporto verte triste, así que, por favor, no dejes de ser tú, pase lo que pase. 


Tu nariz también me gusta, es muy dulce y bonita. Y quien te diga que no, no hagas caso, es un cretino o una cretina. Y si tienes una idea alocada como hacerte un piercing en la nariz, retira la idea inmediatamente.  


Ya sé que no se me dan bien las palabras, pero nunca he escrito ninguna carta de amor dirigida a nadie. Si quieres conocerme, pásate por el parque hoy a las cuatro y media y quedamos junto a la fuente. 


Un beso,


                    Anónimo. 


-¡Ooh, qué bonito!-comentó Ella.

-Patético-comentó Melisa-. Yo que tú no iría, Ciara. Igual es una gamberrada de los chicos. A lo mejor te esperan en el parque esta tarde para reírse de ti al no ver a ese supuesto chico y al haber caído en su trampa.

-Melisa, ya te lo he dicho antes, no puede ser una idea de The Secret Door porque son tan poco correctos que no escriben una carta en un papel decente, ni se molestan en meterla en un sobre-insistí.

-Mi querida e ingenua hermana, ¿es que no te da más para pensar?-me espetó Melisa-. Puede que esta vez cambiaran de técnica para engañarnos. Pero a nosotras no nos engañan.

-Yo creo que deberíamos investigar antes de juzgar previamente-dijo Sheila.

-Yo también lo creo-dijo Ciara.

-Y yo-dijo Alex.

-¡Quién sabe! A lo mejor tenemos razón-dijo Ella-. Igual hay un chico que anda tras Ciara.

-Ciara es muy guapa-dije.

-No me extraña que Will esté detrás de ti todo el día-le dijo Ella a Ciara-. Bueno, tampoco es tan feo...-añadió con una sonrisa pícara.

-Tampoco te pases, Ella-dijo Ciara-. Will nunca tendría la suficiente inteligencia para escribir una carta tan bonita. Y si no te parece tan feo, ¿por qué no te lanzas y le pides para salir?

Eso hizo que Ella se callara, pero su silencio no duró mucho, ya que habíamos pillado a los chicos, que estaban huyendo de nosotras mientras bajábamos las escaleras. Lógicamente, habían estado espiándonos. Pero nosotras no nos quedamos paradas: fuimos tras ellos, seguidas de Ciara.

-¡Eh, eh, eh! ¡Vosotros no os escapáis!-dijo Ciara, en cuanto agarró a George por la cazadora.

-¡Suéltame!-le ordenó George a Ciara, pero ella no lo hizo:

-No te soltaré-dijo-. No lo haré hasta que tú y tus amigos nos expliquéis por qué hacéis esto. ¿Por qué me metéis una falsa carta de amor en la taquilla para reíros de mí? ¿Por qué lo hacéis? De verdad, si existiera la asignatura "Tontería" aprobaríais con un sobresaliente.

-¿De qué estáis hablando?-dijo Will.

-Muy buen intento a la hora de evitar lo inevitable-dijo Melisa, con desdén-. Pero con nosotras, desgraciadamente, eso no funciona.

-¿Por qué estuvisteis espiándonos?-preguntó Sheila.

-Bueno...pues simplemente porque nos parecía raro que alguien anduviera tras Ciara-respondió Joe.

-Y con raro nos referimos al término "curioso"-dijo Dean.

-No me fío de vosotros. ¿Quién ha escrito la carta?-preguntó Ciara.

-Ciara, ninguno de los seis hemos escrito la carta-respondió George.

-Me fío de ti sólo porque eres mi hermanastro-dijo Ciara-. Y más vale que tengas razón, porque como no la tengas, hablaré seriamente con Devon y mamá.

Dicho esto, Ciara soltó a George.

-¡Oh, la niña de mamá se va a chivar!-dijo Vince con socarronería.

-Cierra la boca, Vince-respondió Melisa, con seriedad.

Vince se calló.

-Creedme, el chico que anda por Ciara no es nada guapo-dijo Will.

-¿Por qué? ¿Acaso lo conoces?-pregunté.

-Va conmigo a tenis, se cree que es Rafa Nadal-respondió Will-. Más memo imposible. Pero con Ciara hará buena pareja: una buena pareja de creídos.

El resto de los chicos se rieron.

-Y tú y Valerie hacéis una buena pareja de memos-se defendió Ciara.

-Y de chulos-dijo Melisa.

-Y de cretinos-dije.

Dicho esto, los chicos se fueron ladeando la cabeza, y volvimos a quedarnos solas.

-Me pregunto quién será ese chico-dijo Ciara.

-Ciara, déjalo ya, no vuelvas a pensar en ello-dijo Alex-. Ha sido muy intenso. Será mejor que bajemos y nos olvidemos del tema por el momento.

Dicho esto, bajamos al patio.

Ciara no pudo dejar de pensar en quién sería aquel chico durante las dos últimas horas: Incluso estaba en su mundo mientras íbamos de camino a casa.

-Ciara, ¿estás bien?-preguntó Alex.

-Sí, sí, me encuentro bien-respondió Ciara.

-Seguro que estará pensando en el chico-dijo Melisa.

-No te preocupes, Ciara, eso suele pasar-tranquilicé a Ciara-. Me pasa a mí con frecuencia.

-Porque tú tienes los pies siempre en la Luna-me espetó Melisa-. Pero Ciara es distinta a ti.

-Todos somos distintos-dije.

-A ver, calmaros-nos pidió Alex-. Estoy de acuerdo con Felicity: todos tenemos nuestros momentos impactantes, pero esos momentos impactantes son más impactantes a nuestra edad. Lo que hay que hacer ante ese rival es hacerle frente mediante los hobbies. No sé si me explico.

-Yo lo entiendo-dijo Sheila.

-Yo no-dijo Ella.

-Yo tampoco-dije.

-A ver, que el mejor remedio ante ese problema es hacer otra cosa para olvidarlo momentáneamente-nos explicó Melisa de otra forma.

-Oh, ya lo entiendo, entonces-dije.

A las cuatro y media, Ciara se fue al parque, sin darse cuenta de que la seguía George. Esperó junto a la fuente.

-Ya decía yo que me olía a chamusquina...-se dijo, mientras buscaba con la mirada al supuesto chico que había quedado con ella.

-¿El qué?-preguntó una voz masculina, justo detrás suya.

Ciara se volvió y miró al chico.

-¿Eres el chico que me ha escrito la carta?-preguntó.

-¿Lo dudas?-dijo el chico, con una sonrisa.

-Pues sí-respondió Ciara con seriedad.

-Pues soy yo-dijo el chico-. El que te esperabas. Me llamo Robin, voy a cuarto.

Ciara lo conocía, pero sólo de vista. Robin era uno de los chicos más guapos, aunque también más enigmáticos del insti. Por lo que parecía a simple vista, era un chico cerrado y tímido. Pero lo que le había parecido a Ciara en aquel instante era todo lo contrario: una persona cretina y creída, igual o incluso peor que Will.

-Encantada, pues-dijo Ciara, sin la menor impresión. Se esperaba a otra persona: alguien más seria, más encantadora.

-No lo pareces-dijo Robin, riendo.

-¡Eres un cretino!-lo insultó Ciara de repente-. ¡Will tenía parte de razón! ¡No sé cómo he podido no hacer caso a Melisa! ¡Seré boba!

Ciara iba a irse, cuando Robin la retuvo por el brazo.

-Era una broma, mujer-dijo-. Hay que ver lo poco sarcástica que eres.

-No me gustan los chicos cretinos, que te quede claro-dijo Ciara. Iba a soltarse, pero Robin retuvo su brazo con más fuerza.

-Lo siento-se disculpó.

-No me vengas con esas-dijo Ciara-. Prefiero diez mil veces más a Will que a ti.

-Sólo estaba tratando de coquetear contigo-dijo Robin-. Anda, perdóname.

-Suéltame y lo haré-dijo Ciara.

Robin la soltó y Ciara se fue del parque.

-¡Espera!-la detuvo otra vez.

Ciara lo miró con recelo.

-¿Y ahora qué quieres?-quiso saber.

-Eso quiere decir que me das otra oportunidad, ¿verdad?-preguntó Robin.

-Sí, pero a la próxima no te pases-respondió Ciara.

-¿Tienes algo que hacer ahora?-preguntó Robin.

-Iba a casa a hacer mis deberes-respondió Ciara.

-Entonces te dejo, yo también tengo que irme-dijo Robin-. Antes de nada, ¿quieres quedar mañana conmigo en el recreo para conocernos mejor?

-De acuerdo-aceptó Ciara-. ¿En qué recreo?-preguntó.

-En el primero-respondió Robin.

-Nos vemos mañana, hasta luego-se despidió Ciara.

-¡Chao!-se despidió Robin.

A la mañana siguiente, Ciara estuvo con Robin en la mayor parte del primer recreo. Luego se reunió con nosotras para contarnos la experiencia:

-¡Oh, ese chico es súper-encantador, chicas!-nos dijo-. Me pidió para salir.

Nos sorprendimos:

-¿Y tú qué le has dicho?-pregunté.

-¡Le he dicho que sí, pero sólo cuando tuviéramos tiempo libre!Por no perder estudios ni bajar rendimiento. De esa forma, nos conoceremos mucho mejor-respondió Ciara-. Ahora sólo me falta contárselo a mis padres.

-Felicidades-dijimos todas.

-¡Espero que duréis!-dijo Ella, con una sonrisa pícara.

-Gracias a todas-dijo Ciara.

Los chicos estaban espiándonos mientras nosotras nos concentrábamos en hablar del tema de los noviazgos:

-Mirad, sabía yo que iban a terminar saliendo-dijo Will-. Son dos creídos: El novio se cree que es igual de talentoso que Rafael Nadal y la novia se cree que es la mejor de todos los estudiantes del planeta.

-Yo estuve espiándolos ayer, cuando quedaron en el parque, pero conocerse en tan poco tiempo...-dijo George.

-Piensa un poco, mi querido George-dijo Dean-. Lo normal de las parejas es que se emparejan para conocerse mejor. De esa manera se puede llegar después al matrimonio. Pero no tienen edad para casarse todavía. Es más, los noviazgos de hoy en día no llegan a mucho en la adolescencia.

-¡Qué bien informado estás del tema!-le picó Joe.

-Las revistas cursis esas que tú lees me han servido de algo-dijo Dean-. Leer no es tan malo como parece.

-¡Ssh!-les ordenó Will-. ¡Mirad!

Fue cuando Robin se acercó a nosotras, dándole una sorpresa a Ciara:

-¡Robin!-exclamó, sorprendida.

-Hola, guapa-la saludó-. Chicas-nos dijo-, ¿me permitís...?

-Claro-respondió Alex-. Toda tuya.

-Gracias-dijo Robin.

Dicho esto, Ciara se juntó a él y se alejaron de nosotras, dándose besos por el camino.

-Es raro ver a Ciara así-comenté sin mala intención.

-Lo sé-me apoyó Ella.

-Es raro verla así porque... ¿cómo podría explicarme sin palabras hirientes...?

-...Ciara nunca ha tenido novio-la apoyó Sheila.

-Exacto-afirmó Melisa.

-A mí me alegra verla feliz con Robin-dijo Alex.

-Yo tengo un poco de miedo-confesé.

Cierto: tenía un miedo interior. Ahora descubriréis de qué se trata:

-¿Miedo? ¿Por qué iba a tener ahora la romántica y distraída Felicity Vega miedo a una pareja romántica?-me preguntó mi hermana burlonamente.

-Melisa, no tengo miedo a las parejas románticas, es sólo que me da la sensación de que hay algo que me huele a chamusquina, eso es todo-respondí.

-Felicity, hoy es su primer día como pareja-dijo Alex-. Igual estás así porque se te hace un poco raro el hecho de que Ciara ahora esté más tiempo con otras personas, en este caso su novio. Espera a que pase una semana. Tranquila, te garantizo que todo irá sobre ruedas.

-Gracias-dije.

Alex me dedicó una sonrisa, y yo le devolví otra. Pero, aun así, sus palabras no me resultaron lo suficientemente tranquilizadoras.

Los chicos seguían espiando a Ciara y a Robin:

-¡Ya no aguanto un solo minuto más!-anunció Will-. ¡Es repugnante!

-No sé vosotros, chicos, pero opino dos cosas-dijo George-. Una de ellas: Creo que Will está celoso de Robin; y dos, creo que hay algo que me huele a chamusquina.

George estaba igual de preocupado que yo por Ciara. Le preocupaba el hecho de que los dos se hubiesen convertido en novios tan de sopetón, aunque fuera para que ellos se conocieran mejor.

-¿Por qué iba a estar celoso de ese guaperas?-quiso saber Will, indignado.

-Anda, no finjas hacerte el tonto, sabes muy bien por qué estás celoso-respondió George.

-Estáis insistiendo todos en el tema de que ando por esa enciclopedia andante cuando no es verdad-dijo Will-. A mí me gustan las chicas mayores que yo, rubias, altas, guapas...Y que su profesión sea modelo.

-Pues te va a resultar difícil, las modelos solteras se quedan comprometidas como por arte de magia-dijo Joe-. Además, yo creo que la profesión de la persona no debería importarte demasiado. Las características que importan son la belleza y la esencia de la persona.

-Yo creo que no deberías preocuparte, George-le dijo Dean a George-. Tan sólo llevan unas horas juntos, no llegan al día. Todo irá bien, te lo aseguro.

En lo único que tenía razón Dean era en que Robin y Ciara no llevaban juntos ni un día, tan sólo unas horas. Pero las palabras de Dean tampoco servían de ayuda para George, ya que en el fondo también estaba preocupado.

-Pues Felicity tampoco creo que esté muy despreocupada-observó George-. Yo creo que también siente lo mismo que estoy sintiendo.

-¿Preocupación por tu hermanastra?-adivinó Joe.

George no podía ocultarlo, así que asintió con la cabeza.

-¿Tú, preocupado por tu hermanastra? ¡No deberías!-dijo Dean-. ¿Alguna vez se ha preocupado ella por ti? La respuesta la tienes delante de tus narices y tú no te das cuenta: Ciara no se ha preocupado nunca por ti, y si lo ha hecho, ha sido porque es la niñita de su mamá y tu papá.

-¿¡Tú que sabrás la de veces que me avisó cuando estaba a punto de olvidarme algo en casa!? ¿¡O la de veces que me ayudó a hacer los deberes!? ¿¡Qué sabrás tú de mi vida!? ¡Dímelo!-saltó George-. ¿Sabes tú algo de mi vida?-no hubo respuesta, pero George siguió-. No, no lo sabes. Por eso no debes prejuzgar, ese es uno de los defectos que tienes. Ahora, para que te fastidies, voy a ayudar a mi hermanastra, y te enseñaré lo que es tener un hermano/a o hermanastro/a.

George, decidido, se alejó del grupo y fue entonces cuando se acercó sigilosamente a nosotras:

-¿Qué haces aquí?-quiso saber Melisa.

-No te importa-respondió George-. Felicity, ¿puedo hablar contigo un segundo?

-Claro-respondí, con una mirada de recelo.

George y yo hablamos en privado en un rincón del patio, lejos de mis amigas.

-¿Qué quieres?-le pregunté.

-Estoy preocupado por Ciara-respondió George-. Y sé que tú también lo estás.

-¿Habéis estado espiándonos hasta ahora?-pregunté indignada.

-Mira, no te enfades-me frenó George-. En estos momentos hay cosas mucho más importantes. O, mejor dicho, en este momento hay una cosa más importante que gastar tiempo en enfadarse.

-Tienes razón-admití-. Continúa-le pedí.

George continuó explicándome:

-Verás, pensaba que, como tú y yo estamos tan preocupados, podríamos trabajar juntos para seguir la pista de Ciara cuando esté con su novio. Pero tus amigas no deben saber nada de esto, y mucho menos tu hermana. Es un secreto que de aquí no pasa.

-De acuerdo-dije.

-El sábado quedamos, ya te diré la hora en cuanto me entere de los planes de Ciara-me dijo-. ¿Podrías darme tu número de móvil?-me preguntó.

-Claro, pero no se lo des a tus colegas-respondí.

-Tranquila-me aseguró-. No se lo daré a nadie. Lo juro por el alma de mi hermanastra.

-Más te vale que tengas razón, George, y más te vale no traicionarme, porque siempre y cuando tengo a mi hermana melliza-dije.

-Tranquila, no lo haré-me aseguró George.

Le di mi número de móvil y luego me reuní con las otras.  Ella me preguntó burlonamente:

-¿Hay historia de amor?

-¡Qué va!-respondí-. Además, George no me gusta en absoluto.

-Entonces, ¿qué te dijo?-quiso saber Sheila.

-Nada, sólo me dijo que se había enfadado con sus amigos y me ha preguntado si podría participar con él en el trabajo de geografía, en el de geografía económica-mentí-. Y acepté. De todas maneras, el objetivo del colegio es procurar que la convivencia entre los compañeros sea estable, es decir, que haya respeto y todo lo demás.

-¡Qué raro que se hayan enfadado!-dijo Alex.

-El enfado existe-dijo Melisa.

-No seas tan susceptible, por favor, Melisa, me pones nerviosa-le pidió Alex.

-Por favor, no iniciéis una pelea-pidió Sheila, educadamente-. Continúa, Felicity-me pidió.

-Hemos quedado el sábado para empezar a hacerlo, y me dijo que me llamaría en cuanto encontrase un hueco libre en su apretada agenda-continué.

-¿¡Apretada agenda!?-exclamó Melisa. Luego se echó a reír a carcajadas y dijo-: Felicity, no nos hagas reír, por favor. ¿Desde cuándo George tiene su agenda apretada? Tendrá una agenda apretada para sus aficiones favoritas del fin de semana, que son jugar a los videojuegos, salir con los amigos para hacer gamberradas y hacer zapping con la tele, algo que yo llamaría el sillón-ball. ¡Ja, ja, ja, ja, ja! Además, ¿desde cuándo pone esmero para hacer trabajos? ¡Venga, Felicity, no me cuentes trolas!

-No estoy contando trolas, Melisa-dije, con calma-. Tú siempre prejuzgas a la gente. Tal vez George no sea un mal compañero. Estudiará poco y todo eso, pero...eso ya es pasarse. Creo que he tomado la decisión correcta cuando acepté su proposición, y nadie va a hacerme cambiar de opinión, porque ya soy mayorcita para que mi hermana diga lo que tenga que decidir. Sé decidir por mí misma.

Melisa me miró extrañada. Yo le dediqué una mirada dura y seria.

-Bueno... si crees que has tomado la decisión correcta, lo respeto, y tienes razón-me dijo-. Ya eres mayorcita para que yo te diga lo que tengas que decidir.

-Gracias-dije, con una sonrisa tímida.

Los días siguientes pasé el recreo con George para actuar como espías de Ciara y Robin. Cuando nos veían juntos sin actuar como espías, la gente llegaban a pensar que éramos una pareja. Incluidas mis amigas y mi hermana, que estaban muy preocupadas.

Estando con George, averigüé una cosa: George no es la persona que es cuando está con sus amigos. Realmente es un chico muy majo y con sentido del humor, además de muy tranquilo. Aunque a veces sea muy arisco con Ciara, en el fondo la quiere.

Hablando de Ciara, aquellos días ella y Robin estaban muy acaramelados:

-Te quiero. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida-decía Ciara.

-Yo te quiero más-decía Robin-. Eres una persona fantástica.

-¡Oh, Robin!-decía Ciara.

A veces hablaban entre ellos, sin importarles que los demás estaban a su alrededor, y se besaban.

En cuanto a las demás de la pandilla, yo era el tema de sus conversaciones:

-Felicity me está preocupando-decía Melisa-. Y no sólo eso: es que habla con George hasta por la noche. ¿Estará enamorada también? ¿Serán novios en secreto?

Cierto, hablaba con George hasta por la noche. Dividíamos la llamada en dos partes: una parte de 20 minutos para hablar de nuestro "trabajo" como espías, y otra parte de otros 20 minutos para hablar como amigos.

-Míralo por la parte positiva, Melisa-decía Ella-. Felicity y Ciara serán cuñadas.

-Y si está enamorada de George, ¿qué tiene de malo?-preguntaba Alex.

-No sé, es que es tan distraída...-decía Melisa-. El noviazgo puede hacer que el rendimiento académico de Felicity disminuya por debajo de la media. Y estudia lo justo para aprobar.

-En mi opinión, Melisa, creo que no deberías tener miedo-decía Sheila-. A lo mejor son sólo amigos. No creo que George y Felicity hayan mantenido una amistad anteriormente y a tus espaldas.

-Estoy tan preocupada...encima, por mucho que lo intente, Felicity no quiere contarme por qué está con George estos días-dijo Melisa, nerviosa.

-Melisa, yo estoy de acuerdo con Sheila-dijo Ella-. A lo mejor son sólo amigos.

-O a lo mejor también puede ser que Felicity esté pasando una etapa en la que no les cuente nada a tus padres o a ti-apuntó Sheila-. Esa etapa está relacionada con la etapa de vivir sus propias aventuras sin tu compañía o la nuestra y después no contárselo a nadie. Igual quiere experimentar otras cosas, como estar con George a solas, por ejemplo.

-Yo creo que a George también le pasa lo mismo-observó Alex.

-Estoy de acuerdo contigo-dijo Sheila. Se dirigió a Melisa y la tranquilizó-: Tranquila, Melisa, es sólo una fase. Todo saldrá bien.

-Gracias, Sheila; eso espero-dijo Melisa.

Los días siguieron pasando hasta que Ciara y Robin cumplieron una semana como pareja. El viernes, que era cuando Robin iba a entrenar tenis, espiamos su jornada hasta que se fue a los vestuarios. George y yo esperamos a que saliera de cambiarse. Cuando salió de la pista, la esperaba una chica; pero esa chica no era Ciara. Aquella situación nos dio mala espina.

-George, esto no me gusta-le susurré a George.

Entonces Robin besó a la chica en la boca. Aquella era la primera escena romántica que me parecía repugnante: Repugnante no en el sentido del beso, sino en el sentido de que Robin engañara a Ciara con otra chica. Y una de las cosas que no soporto es que me engañen a mí y les engañen a mis seres queridos.

-¡Qué fuerte!-musitó George.

-Y repugnante-añadí.

-También-dijo George.

-Oye, hay que decírselo a Ciara-dije.

-¡No! No se lo digas-me advirtió George.

-¿Por qué?-dije-. Si se lo ocultamos, Ciara será algún día tomada por tonta. ¿Quieres que a tu hermanastra la tomen por tonta? Yo no, porque es una de mis mejores amigas y la aprecio mucho. Y no voy a permitir que un tonto de 15 o 16 años que se cree Rafael Nadal se salga con la suya.

-Vale, tienes razón-admitió George-. Pero no empieces por ahí: primero pónselo en conocimiento a tus amigas y a tu hermana.

-De acuerdo-asentí-. ¿Y tú que vas a hacer?

-Yo trataré de destapar la verdad por otro camino: acabo de hacer fotos a Robin besando a la chica que supuestamente es otra novia suya. Buscaré un día para dejarlo en ridículo delante de todo el instituto. Sé que está mal y que no se debe hacer, pero esa es la única manera de que Robin aprenda. Esta estrategia que voy a hacer es parte de su "medicina". Ya que él está "suministrando" esa "medicina" para engañar a Ciara (y a su otra novia), ¿por qué no suministrarle a él también parte de su medicina?

-Ya entiendo-dije, con una sonrisa pícara en mis labios.

Mientras nosotros trabajábamos, Will ya había salido de los vestuarios. Robin y su otra novia se habían quedado allí, besándose.

Will frenó la escena con un:

-¡No me lo puedo creer! ¡Eso está muy mal, Casanova!

Robin y su otra novia dejaron de besarse.

-Eres un imbécil-insultó Robin a Will.

-No tanto como tú-le espetó Will-. Mira que engañar a Ciara de ese modo... debería darte vergüenza.

-Cállate, ¡habla el envidioso que está enamorado de ella aunque no lo quiera reconocer!-le espetó Robin a gritos, para que su otra novia no se enterase de aquel grave error que estaba cometiendo.

-Bueno, anda, si tú lo dices...-vaciló Will-. Puede que no me caiga muy bien y todo eso, pero esta vez la apoyo porque me da lástima de ella. Casanova, así no se conquistan a las chicas: si quieres salir con una, sólo debes enamorar a una. Y si estás harto de esa chica, corta con ella y pesca otra que te resulte interesante, pero no hagas lo que has hecho: salir con dos chicas al mismo tiempo es algo que un tonto es capaz de hacer, sobre todo para engañar a ambas y hacer quedar en ridículo a una de ellas. Si no sientes nada por una, no coquetees con ella, déjala correr y busca a otra que te resulte guapa; y si lo has hecho sólo para tomarle el pelo a Ciara y engañar a Rachel, me parece que eso es un error más grave.

-Robin, ¿has hecho eso?-le preguntó la otra novia.

-Rachel, no hagas caso a este pringado, ¿no ves que tiene cerebro de mosquito y se cree que es Roger Federer?-Robin trató de engañar a la tal Rachel para que no cortara con él, pero no tuvo éxito:

-Sé que lo has hecho, Robin-dijo Rachel-. Tus ojos dicen que lo has hecho. Tus ojos dicen la verdad. Las sucias palabras que salen de tu sucia boca no dicen la verdad. Creí que estos días estabas ocupado estudiando para tus supuestos exámenes; pero no, ya veo ahora que ha sido todo una mentira tuya para engañarme con otra chica que ni siquiera conozco. Eres un imbécil. ¿Sabes qué? Cortamos. No me gustan los chicos mentirosos e imbéciles como tú. Me marcho-concluyó. Entonces se dio media vuelta y se fue, dejándolo plantado.

Robin miró apenado cómo se alejaba Rachel para no volver. Se volvió y miró fríamente a Will, que lo miraba con una desafiante mirada pícara:

-¿No lo ves? Los idiotas como tú nunca tendrán éxito, y mucho menos con las chicas-le dijo Will-. Si no te gustaba Rachel, ¿por qué no cortaste directamente con ella?

-Rachel me gustaba: Ciara sólo era un vulgar entretenimiento-confesó Robin-. No me gustaba de verdad, pero oía que sacaba nueves y dieces, por lo que decidí escribir esa falsa carta de amor, sabiendo que iba a picar. Mi objetivo era hacer que ella bajase rendimiento académico para así convertirme en el mejor estudiante de la Secundaria Obligatoria, pero me salió el tiro por la culata.

-Pues eso es lo que pasa cuando una persona trata de aprovecharse de otra para conseguir algo que realmente le resulta inalcanzable, aunque esa persona sea incapaz de reconocerlo-dijo Will.

Finalmente, Will fue el que descubrió la verdad de todo el asunto: Robin sólo salía con Ciara para convertirse en el mejor estudiante de la Secundaria Obligatoria y hacer que ella bajara rendimiento académico.

-Ah, y una cosa más-añadió, antes de que él y Robin tomasen caminos diferentes-. Mañana estaré a tu lado pegado a ti como una lapa para ver cómo te disculpas ante Ciara.

Mientras tanto, yo ya había llegado a mi casa, donde les conté a mi hermana y a mis amigas (que por casualidad estaban allí) la verdad.

-¿Estuviste con George para espiar a Ciara y a Robin?-preguntó Alex, indignada.

-Sí-respondí-. Pero era por una buena causa, Alex. Ambos estábamos muy preocupados por Ciara porque algo nos olía a chamusquina. Y nuestra intuición tenía razón: algo olía a chamusquina.

Les conté todo lo que habíamos visto George y yo hacía un buen rato.

-¡No me lo puedo creer! ¿Estaba besando a otra chica?-exclamó Alex.

-Como te lo cuento-respondí-. Nada más salir de la pista de tenis, una chica lo estaba esperando, y él la besó en la boca. Debía de ser otra novia suya.

-Entonces engañó a Ciara-dijo Sheila.

-No sólo eso: también engañó a la otra novia-dije.

-Menudo imbécil-dijo Melisa-. Ya le advertí a Ciara después de que hubiese leído esa carta. Pero, pobrecita, estaba tan ilusionada...

-¡Qué mala suerte!-dijo Ella.

-Bueno, ¿qué se le va a hacer? Son cosas de la vida. Si lo miramos por el lado bueno, esta experiencia fortalecerá a Ciara-dije.

-Pasará un mal trago al principio, pero nosotras estaremos allí para apoyarla-dijo Alex-. No estará sola.

-No-dijo Sheila.

-Pase lo que pase, siempre la apoyaremos-dijo Melisa.

-Yo también apoyo a Ciara-dijo Ella.

-Yo también. Pero además, tiene también a George-dije-. Creedme, si lo conocéis, es un tipo estupendo. Realmente es buena persona, un tipo con sentido del humor y muy tranquilo.

-Felicity, ¿es tu novio?-me preguntó Melisa.

-¡No, por supuesto que no! Sólo somos amigos, y estábamos mucho tiempo juntos por nuestro trabajo como espías-respondí-. Perdonad no haberos contado nada, haberos preocupado y dejado de lado, pero no se lo podía contar a nadie. Era un plan secreto.

-Tranquila, tenías que liberar esa intranquilidad de alguna manera-dijo Sheila.

-Nosotras también lo sentimos, Felicity, no te hemos ayudado-dijo Alex-. Aunque nosotras no nos preocupara que pudiese haber algo raro en la relación, tú hiciste lo correcto: te preocupaste porque temías que le pasara algo a Ciara. Y George también hizo lo correcto.

-Sí, hicisteis lo correcto-afirmó el resto.

-No pasa nada, no os disteis cuenta-dije-. El problema se solucionará mañana.

En ese momento sonó el timbre de mi casa. Mi madre abrió la puerta y nos llamó al cabo de un minuto:

-¡Chicas, tenéis visita de vuestro compañero Will!

-¿Will? ¿Qué querrá?-preguntó Alex.

-Igual vio algo mientras íbamos de camino a nuestras casas-dije.

Mientras tanto, en casa de Ciara, George le contó a Ciara toda la verdad y le enseñó la fotografía que le había hecho a Robin cuando había besado a Rachel en la pista.

-No...no puedo creerme lo que veo-dijo, estupefacta, con las lágrimas en los ojos.

-Lo siento, Ciara-dijo George.

Ciara rompió a llorar.

-¿Por qué he tenido que pasar por esto? ¿Por qué he tenido que ser un objeto de engaños?-preguntó.

-La otra novia de Robin también fue un objeto de engaños-dijo George-. Las dos habéis picado.

-¿Por qué ha tenido que hacerme esto? ¿Por qué?-siguió sollozando, en aquel momento a gritos.

El pobre George trató de tranquilizarla:

-No te preocupes; mañana recibirá una buena lección. Robin es un imbécil y un engreído.

-Y tanto, pienso hacer un ajuste de cuentas-dijo Ciara-. No pienso quedarme ahí parada como una tonta. Agradezco mucho vuestra preocupación por mí mientras estaba saliendo con ese monstruo. Gracias, George.

-¿Para qué están los hermanos?-dijo.

Ciara abrazó a George.

-¿Sabes qué? En el fondo no eres un mal hermanastro. Te quiero-le dijo a George.

-Yo también-dijo George.

Will nos había contado que había dejado en ridículo a Robin delante de Rachel. También nos contó lo que Robin le había dicho: que sólo había utilizado a Ciara para que ella bajara rendimiento académico y así convertirse en el mejor estudiante de la Secundaria Obligatoria. En nuestro instituto, la mayoría compite por ese diploma a lo largo del curso, hasta que lo entregan a final de curso, con los premios y diplomas de Secundaria.

-¡Qué imbécil!-exclamó Alex.

-Sí, es un sinvergüenza-dijo Melisa.

-Tenías razón, Will; es un creído-dije.

-Y tonto-dijo Ella-. Porque todavía está Valerie, que también es una estudiante excelente. Y no digo "excelente" en el sentido del carácter, digo "excelente" por su rendimiento académico.

-Te entendemos, Ella-dijo Melisa.

-Es verdad, todavía estaba Valerie-dije.

-Pero creo que no la utilizó porque Robin suponía que Valerie, a pesar de ser una de las mejores estudiantes de la Secundaria Obligatoria, no es tan ingenua como Ciara-intervino Sheila.

-Cierto-la apoyó Melisa-. Valerie, a pesar de ser muy buena estudiante, tampoco es ingenua.

-Entonces, ¿vamos a darle lo que se merece mañana?-propuso Will.

-¡Espera un momento! ¿Quieres contribuir con nosotras?-dije.

Estábamos sorprendidas ante la reacción de Will.

-Claro, ¿por qué no? Pero sólo por esta vez-añadió, fríamente-. Recordad que somos vuestros rivales.

-Sí, sí, tenemos ese detalle en cuenta, no nos esperábamos nada nuevo-dijo Melisa.

-Y luego dice que no le gusta Ciara-me susurró Ella al oído.

Compartimos risitas en voz baja.

-Nos vemos mañana, pues-se despidió Will-. ¡Hasta mañana!

-Hasta mañana-nos despedimos todas a coro.

Melisa acompañó a Will hacia la puerta de nuestro cuarto y se la abrió. Will salió del dormitorio, y Melisa cerró la puerta.

-¿O es nuestra imaginación o Will es así realmente?-preguntó en voz baja.

-Probablemente sea así, hay tanto misterio en The Secret Door...-respondí, con una sonrisa amplia.

-Yo creo que en ese grupo se presionan los unos a los otros y no son capaces de ser ellos mismos-comentó Sheila.

-Bueno, ya se enterarán algún día de que no ser uno mismo es inútil y dejarán de hacer tonterías-dije.

-¡Chicos...! Más enigmáticos...-suspiró Alex.

-Sí, están llenos de sorpresas-comentó Ella.

A la mañana siguiente, rodeamos a Robin en el recreo, de forma discreta. Will estaba pegado a él como una lapa, y nosotras rodeándolo como una barrera indestructible.

-¿Qué queréis ahora, mocosos?-nos preguntó.

-Ciara no ha podido dormir en toda la noche-respondió Alex.

-¿Se lo habéis contado? ¿Le habéis contado mi plan?-preguntó Robin, indignado.

-Lógicamente, no íbamos a dejar que un payaso como tú se saliera con la suya y engañase a nuestra amiga-respondí.

Llegó George, que llamó en voz alta a todo el mundo:

-¡Venid a ver esto! ¡Dejad de jugar, por favor!

La gente fue viniendo y viniendo hacia el rincón donde estábamos nosotros.

-¿Qué es lo que ocurre?-preguntó una chica de segundo de Secundaria.

-Veréis, como muchos podéis saber, en los noviazgos puede haber uno que engañe a otro-explicó George-. Y Robin Waterson ha engañado a mi hermanastra Ciara sólo para convertirse en el mejor estudiante de la Secundaria Obligatoria y recibir el diploma a final de curso. Y eso no es jugar limpio. Tanto en el terreno estudiantil como en el terreno del romance hay unas normas, y si esas normas no se cumplen, el toro termina por coger a x persona. Eso siempre ha sido, es y será así.

La gente quedó mirando a Robin perpleja, mientras éste se ponía colorado de vergüenza y de rabia.

-¡Robin Waterson es un falso!-gritó alguien del coro que nos estaba rodeando.

-¡FALSO, FALSO, FALSO!-gritaron todos a coro.

Los abucheos y los comentarios fuera de contexto predominaron durante una temporada, hasta que Robin se apartó y alejó de nosotros. Entró dentro del instituto para buscar a Ciara, seguido por Will.

-Tengo vida privada, ¿sabes?-le espetó Robin en cuanto supo que Will lo estaba siguiendo.

-Pero voy a estar yo delante porque no me fío de lo que vas a hacer-respondió Will.

-¿Por qué ha entrado ese cobarde gusano?-se oyó un grito de alguien desde el instituto.

Robin buscó a Ciara sin cesar en todas las aulas, en todas las instalaciones, seguido por Will, hasta que escucharon unos pasos en el baño de las chicas que estaba cerca de nuestras aulas.

-Debe de estar allí-le dijo Robin a Will-. ¡Ciara!-la llamó-. ¿Estás en el servicio? ¡Ciara!

Ciara salió del baño de las chicas con la cara llorosa, y aún le salían más lágrimas en los ojos cuando le espetó a Robin:

-¿Por qué me has hecho esto? ¿Eres tonto o qué?

-Lo siento mucho-se disculpó Robin-. Sé que estuvo mal.

-Muy mal-subrayó Ciara-. Y creo que me perdonas con falsa modestia. Pero ya da igual, porque no pienso volver a verte en lo que me queda de vida. Cortamos. Odio a las personas con intenciones como las tuyas. Ahora, me haría feliz que me olvidaras y que me dejaras en paz: a mí, a mi hermanastro y a mis amigas. ¿Queda claro?

-Sí, queda claro-respondió Robin.

Dicho esto, Robin se fue, dejando solos a Will, que estaba con él, y a Ciara. En cuanto él iba también a marcharse, Ciara lo llamó:

-Will.

-Dime-dijo Will.

-Mis amigas me contaron ayer que has querido contribuir en su plan de humillar a Robin-respondió Ciara-. Y ellas creen que lo has hecho por mí. ¿Es cierto?

-Vale, esta vez me has dado lástima-admitió Will.

Ciara no se lo podía creer: Will, aquel chico con el que a veces tenía peleas constantes, había contribuido en el plan de sus amigas para humillar a Robin. Y admitía también que lo había hecho por ella.

-Si es así, te doy las gracias a ti también-dijo Ciara, con una sonrisa tímida en los labios-. Tenía una idea equivocada de ti; al parecer no eres como sueles ser normalmente.

Y le dio un beso en la mejilla.

-¡Eeeh! ¿Por qué me has dado un beso? ¿Te has vuelto loca?-reaccionó Will, indignado.

-¿Es que no sabes lo que es el cariño?-preguntó Ciara.

-Sí, pero ninguna compañera me había dado nunca un beso como gesto de agradecimiento-respondió Will.

-Lo siento-se disculpó Ciara.

-Da igual, de todas maneras tenía que experimentar algo de eso alguna vez-masculló Will.

George, Will y todas (menos Ciara) habíamos sido castigados por la tutora a causa de haber armado aquel escándalo y haber humillado a Robin delante de todo el instituto. Aunque hubiésemos recibido un castigo por haber cometido aquel error tan grave, le habíamos dado una buena lección a Robin. Después de terminar el castigo, todo volvió a la normalidad.

Humillar a una persona en público no está nada bien, y engañar a una persona y aprovecharse de otra tampoco. Lo que había aprendido Robin era que no se puede engañar a una persona (en su caso, a su ex-novia Rachel) ni aprovecharse de otra (en su caso, Ciara) para beneficiarse a sí mismo. Y lo que ya sabíamos nosotros (pero también, lo que habíamos vuelto a aprender) era que no se puede humillar a una persona delante de todo el instituto para beneficiarnos a nosotros mismos. En nuestro caso, teníamos parte de disculpa (ya que habíamos ayudado a Ciara), pero generalmente no está bien humillar a alguien, y mucho menos en público.

domingo, 29 de abril de 2012

Shake It Up: Live 2 Dance

Live2Dance, el segundo álbum
de la banda sonora de la serie
Shake It Up: Live 2 Dance es el segundo álbum de la banda sonora de la serie Shake It Up. Fue lanzado el 20 de marzo de 2012.

El álbum consta de 14 canciones:

1. Whodunit (Adam Hicks y Coco Jones)
2. TTYLXOX (Bella Thorne)
3. Something to dance for (Zendaya)
4. Up, Up and Away (Blush)
5. Show Ya How (Adam Irigoyen y Kenton Duty)
6. Make your mark (Drew Ryan Scott)
7. Don't push me (Coco Jones)
8. Turn it on (Amber Lily)
9. Moves like magic (Adam Trent)
10. Critical (TKO y Nevermind)
11. Bring the fire (Ylwa)
12. Where's the party (Jenilee Reyes)
13. Surprise (TKO, Nevermind y SOS)
14. Something to dance for/TTYLXOX Mash up (Bella Thorne y Zendaya)


sábado, 28 de abril de 2012

Mi barco velero de papel

MI BARCO VELERO DE PAPEL


Tras muchos años con mi barco decidí soltarlo al mar, decidí dejarlo ir. Un sentimiento de nostalgia invadió mi mente, pero al mismo tiempo pensé que había tomado la mejor decisión al dejar ir a mi barco de papel, y con él, a todos mis recuerdos de la infancia, los buenos y los malos: los buenos me enseñaron a vivir y a crecer feliz, mientras que los malos me enseñaron muchas cosas, tales como a ser más fuerte y a aceptar las derrotas, entre otras; también me alimentaron el espíritu y me llenaron de energía positiva: Energía positiva que después acumularía para gastarla en otro gran salto, para así fortalecerme aún más.

Entonces comprendí que la vida es como un barco de papel que recorre su camino, desde un río hasta su desembocadura, desde la orilla del mar hasta mar abierto, así hasta que en alguna ocasión pueda hundirse sin avisar. A veces nos encontramos con obstáculos difíciles de pasar, pero que finalmente terminamos por pasarlos. Y a veces se nos presenta la ocasión de conducir a nuestro barco por un camino u otro, entonces es cuando tenemos que pensar qué camino escoger, qué camino tomar. Se nos presenta el hecho de tomar una decisión, fácil o difícil.

El camino que escojamos depende de nuestra elección, y si elegimos el camino equívoco, siempre y cuando podemos encontrar la salida del dicho y encontrar otro punto de partida que a la próxima nos ayude a pensar. Pero los caminos equívocos tampoco son malos: son las malas experiencias, que después quedarán atrás. Es la misma cosa, pero con distintos nombres.

El barco de la vida va en línea recta, sin mirar hacia atrás, aunque a veces hay algún obstáculo (un barco enemigo o una tormenta) que impide dejarnos continuar. ¿La solución? Reunir fuerzas y pensar en cómo superar el obstáculo.

Lo bueno de los obstáculos es que nos hacen fuertes y nos ponen a prueba para saber actuar ante duras situaciones de la vida-Megan Hartley Rivers. 

Tanto los obstáculos como las malas experiencias nos ponen a prueba para defendernos en la vida, ante duras situaciones, para saber cómo actuar cuando se nos presenta un obstáculo difícil.


domingo, 22 de abril de 2012

Alas de Fuego

Alas de Fuego, de Laura Gallego García. 
Os recomiendo este libro porque es un libro fascinante.

Se titula Alas de Fuego, de la autora Laura Gallego García.

Alas de Fuego gira en torno a Ahriel, un ángel femenino. Ahriel tiene como misión proteger y educar a la futura reina del territorio de Karish, Marla. Pero un día, por desgracia, Marla traiciona a Ahriel, ya que pretende iniciar una guerra contra el pueblo vecino de Karish, Saria, para así conquistar el territorio. Pero, al ver que Ahriel es un ángel justo al que le importa el equilibrio en los territorios, la traiciona y la envía a una prisión, la prisión de Gorlian, un territorio desolador en el que sólo viven engendros y delincuentes, dejándola con las alas inutilizadas.

A lo largo de su estancia en Gorlian, Ahriel conoce, entre muchos otros seres, a Bran, un humano con el que llega a trabar una fuerte amistad, y de quien se enamora. Un día, Bran es asesinado por unos engendros, por lo que Ahriel decide vengarlo asesinando al Rey de la Ciénaga (el rey de Gorlian) y a sus compinches, los asesinos de Bran. Pero poco a poco, su carácter duro de ángel se vuelve más humano, hasta el punto en que ya está confusa y no sabe quién es realmente: si no es humana ni es ángel, ¿qué es?

Un año después de la llegada de Ahriel a Gorlian, el hermano de Bran, Tobin, se reúne con dos sarianos (un bardo, Kendal y la princesa de Saria, Kiara) y juntos maquinan un plan para rescatar a Ahriel de Gorlian. El plan resultó eficaz, ya que, gracias a las investigaciones sobre Gorlian que Tobin había llevado a cabo, Ahriel pudo regresar a Karish y enfrentarse a Marla. Pero los tres son traicionados por Tobin, ya que realmente estaba aliado con Marla y había sacado a Ahriel de Gorlian para un malvado plan que la reina había maquinado.

Finalmente, Ahriel se enfrenta a Marla y al despertar de un monstruo que Ahriel había despertado accidentalmente, "El Devastador". Durante la batalla, Ahriel va descubriendo quién es en realidad: no es ni un ángel, ni una humana, sino ella misma.

Entre muchas otras cosas, Ahriel también averigua que los humanos, al contrario que los ángeles, tienen dos caminos por donde elegir: el camino del ángel o el camino del diablo; mientras que los ángeles sólo tienen un único camino para seguir. Y su protegida no había seguido el suyo, sino que había seguido el camino del diablo: un camino de oscuridad, injusticia y maldad.

De este libro hay una continuación por si os animáis a leerlo: Su continuación se titula Alas Negras. En esta continuación, Ahriel se embarcará en una nueva aventura: recuperar a un bebé que dejó en Gorlian.

jueves, 12 de abril de 2012

Sabrina, cosas de brujas

1ª temporada de Sabrina, cosas de brujas
Sabrina, cosas de brujas (Sabrina, the teenage witch en inglés y Sabrina, la bruja adolescente en América Latina) es una serie de ficción estadounidense basada en los cómics Sabrina, the teenage witch.

La serie se centra en Sabrina Spellman (Melissa Joan Hart), que vive con sus tías Hilda (Caroline Rhea) y Zelda Spellman (Beth Broderick), y con su gato Salem Saberhagen (voz interpretada por Nick Bakay en el idioma original, por Jesús Rodríguez en España y por Jesse Conde-1ª temporada- y Pablo Garozpe-resto de las temporadas- en América Latina).

Sabrina lleva una vida normal y corriente de una chica de su edad. Pero todo cambia radicalmente el día en que cumple los 16 años (en el primer episodio de la primera temporada), cuando sus tías le revelan el gran secreto de la familia: son brujas, incluida ella. A partir de ese momento, Sabrina va descubriendo sus poderes, que su gato Salem es realmente un hechicero convertido en gato, e incluso que el armario de las toallas es en realidad un portal para ir a El otro reino (La otra esfera en España), una dimensión en la que viven brujos y brujas y que les ofrece la posibilidad de poder ir a Marte o a la Luna, entre muchas otras cosas.

2ª temporada de Sabrina, cosas de brujas
A lo largo del tiempo también va conociendo gente nueva, como a su primer novio Harvey Kinkle (Nate Richert), a su enemiga Libby Chessler (Jenna Leigh Green), a su primera mejor amiga Jennifer Kelley (Michelle Beaudoin) o a su segunda mejor amiga, Valerie Birkhead (Lindsay Sloane)-la cual llega tras la marcha de Jennifer-, entre otros.

Cada episodio tiene una moraleja y hace aprender a la protagonista que tiene que hacer las cosas correctas y no entrometer su magia arbitrariamente en la vida de los mortales.







PERSONAJES


FAMILIA SPELLMAN


Sabrina
-Sabrina Spellman (Melissa Joan Hart): Es la protagonista de la serie, una bruja medio mortal. Tiene 16 años. Vive en Westbridge (una ciudad ficticia situada en Massachusetts) con sus tías Hilda y Zelda, y con su gato parlante Salem Saberhagen. Es bruja por parte de su padre, y mortal por parte de su madre.












Hilda
-Hilda Spellman (Caroline Rhea): Es una de las tías de Sabrina, una bruja de 642 años de edad y la hermana menor de Zelda. A menudo se ve representada como la más permisiva de las dos tías, y se preocupa constantemente por cosas que pueden ser consideradas algo superficiales.













Zelda
-Zelda Spellman (Beth Broderick): Es otra de las tías de Sabrina y la hermana mayor de Hilda. Tiene 650 años de edad. Es una mujer madura y de pensamiento lógico. Se dedica a realizar experimentos científicos. A veces es profesora en la Escuela Secundaria de Westbridge (y en temporadas posteriores, en la Universidad Adams). Zelda es la que arregla los problemas de Sabrina (y a veces, de Hilda) cuando ésta pierde el control sobre sus hechizos.














Salem
-Salem Saberhagen (voz interpretada por Nick Bakay en el idioma original, por Jesús Rodríguez en España y por los actores Jess Conde-1ª temporada-y Pablo Garozpe-resto de las temporadas-en América Latina): Es un ex criminal de La otra esfera, castigado por querer conquistar el mundo a vivir en el cuerpo de un gato durante 100 años. Tiene 500 años de edad. Fue enviado a vivir con Hilda, quien, a su vez, fue castigada con tener que hacerse cargo del gato y mantenerlo libre de parásitos. A pesar de sus maniáticos deseos de dominar el mundo (lo cual intenta muchas veces más a lo largo de la serie), en el fondo tiene buen corazón. Es un amigo muy fiel de Sabrina (y el que la mete en problemas cuando se trata de hechizos).





LOS AMIGOS DE SABRINA


Harvey
-Harvey Kinkle (Nate Richert): Es un muchacho mortal, fue el primer novio de Sabrina hasta la cuarta temporada, aunque al final de la serie Sabrina se da cuenta de que son almas gemelas y abandona su boda huyendo con él. Su nombre completo es Harvey Dwight Kinkle.











Jenny
-Jennifer "Jenny" Kelley (Michelle Beaudoin): Es la primera mejor amiga de Sabrina, aparece en la primera temporada. Es una chica honesta y leal.












Valerie
-Valerie Birkhead (Lindsay Sloane): Es la segunda mejor amiga de Sabrina, que llega tras la marcha de Jennifer. Es una chica tímida, en la que no se puede confiar demasiado, pero tiene buen corazón y es fiel con Sabrina.
















Josh
-Josh (David Lascher): Es un joven mortal, quien trabaja con Sabrina en la cafetería de su tía durante las temporadas en las que Sabrina asiste a la universidad. Era el jefe de Sabrina hasta que Hilda compró la cafetería, cuando se convierte en su compañero de trabajo. En la sexta temporada comienza una relación con Sabrina. Más tarde acepta un trabajo en Praga, y no vuelve a aparecer en la serie.






















Roxie
-Roxie King (Soleil Moon Frye): Su primera aparición es en la quinta temporada, como la compañera de cuarto de Sabrina. Al principio Sabrina no le cae bien, pero luego se convierten en mejores amigas. Roxie es una chica que se preocupa por el medio ambiente y, a menudo, realiza protestas populares.

















Morgan
-Morgan Cavanaugh (Elisa Donovan): Empezó a formar parte de la serie en la quinta temporada. Es una chica muy preocupada por su aspecto y superficial, pero se convierte en otra de las mejores amigas de Sabrina. Durante la serie, fue novia tanto de Harvey como de Josh, entre otros.





















Aaron
-Aaron Jacobs (Dylan Neal): Es el último novio mortal de Sabrina. Aparece en la séptima temporada y es elegido por Sabrina para casarse. En el último episodio, ignorando el amor que sentía por Harvey, Sabrina se da cuenta de que la boda podría ser un error, así que la cancela con el consentimiento de Aaron.











LOS RIVALES DE SABRINA

Libby
-Libby Chessler (Jenna Leigh Green): Su objetivo principal es ser popular. Mantiene una enemistad con Sabrina y sus amigos a lo largo de su estancia en el instituto. El mayor conflicto que tiene con Sabrina se basa en la competencia de ambas por el amor de Harvey. En la cuarta temporada es enviada a otro colegio, por tanto no vuelve a aparecer más en la serie. Gema Preciosa, de la serie de dibujos animados Sabrina: la serie animada, es una versión basada en este personaje.





lunes, 26 de marzo de 2012

Historia de una adolescente-Capítulo 9: El gran concierto

CAPÍTULO CONTADO POR ALEX


Ser profesor es una profesión como otra cualquiera. Uno de los requisitos principales a la hora de escoger la profesión que será nuestra el día del mañana, es tener clara dicha profesión y elegir una que os guste. Otro de esos requisitos principales y fundamentales es sentirse a gusto en el trabajo, y, en caso de que haya problemas, no hace falta dejarse llevar por la violencia, todo lo contrario: los conflictos se arreglan hablando, y con conflictos me refiero a todos: Sé que también hay problemas que el tiempo puede curar hasta dejar ni un solo rastro de ellos al final, pero la mayoría se solucionan hablando. Y el tercer requisito fundamental: estudiar mucho para conseguir dicha profesión.

La experiencia de ser profesores de música la vivimos hace dos semanas, durante los ensayos del concierto que los alumnos de primero iban a dar.

Todo empezó cuando el señor Woods, el profesor de música del instituto, nos hizo la petición, durante una clase de guardia que teníamos con él:

-Chicos, ¿podríais hacerme un favor para esta semana que viene?-nos preguntó.

-¿De qué se trata, señor Woods?-quiso saber Ciara.

-Pues se trata de los ensayos-respondió el señor Woods-. Como muy bien sabéis, todos los años en primero y segundo curso de Secundaria hacemos dos actividades obligatorias a mitad de trimestre: una de ellas es el examen teórico global para poner a prueba sus conocimientos teóricos; y otra de ellas es un concierto para poner a prueba sus conocimientos prácticos. Los alumnos de primero ya han ensayado en clase para la práctica y hace dos semanas que hicieron el examen teórico. Esta semana pensaba hacer los ensayos finales en el primer recreo, pero por motivos personales no voy a poder estar presente. Así que...no os importaría ser profesores durante una semana, ¿no?

-En absoluto-respondimos la mayoría al unísono.

-Os lo agradezco a montones, chicos, sabía que podía confiar en vosotros, gracias-dijo el señor Woods.

-No hay de qué, para eso estamos-dijimos la mayoría al unísono.

-¿De qué será el concierto, señor Woods?-pregunté entonces.

-De música clásica-respondió el señor Woods-. Violín, piano, flauta, clarinete...instrumentos relacionados con la música clásica. Los alumnos de primero tocarán una partitura sencillita, la de Campanitas del lugar, pero en otra versión: en la versión primerosecundariana, para ellos.

-¡Estos niños de primero...!-dijo Hilary, una de nuestra clase que tocaba el violonchelo, riendo.

-Ya, hoy en día son tremendos-respondió el señor Woods riendo-. Por cierto, ¿quién es el delegado o delegada de vuestra clase?-nos preguntó.

Ciara levantó la mano.

-Bien, Ciara, entonces perfecto-dijo el señor Woods-. Tú tienes que encargarte de la coordinación de las clases de ensayo, es decir, hacer que las clases funcionen como relojes. Y también...¿sigues con el violín, no?

-Sí-respondió Ciara.

-Pues también les ayudarás a los violinistas del concierto-continuó el señor Woods-. Supongo que estas tareas no serán difíciles para una chica tan aplicada y metódica como tú, ¿me equivoco?

Ciara se ruborizó ligeramente.

-No, no se equivoca-respondí-. Ciara es muy responsable, trabajadora y buena chica.

-Una de las cosas malas de los jóvenes de hoy es que soléis cambiar para peor, pero hay muy pocos casos que se salvan de pasar por ese camino-dijo el señor Woods.

-Cierto-respondió Joe-. La vida te da sorpresas, agradables o desagradables.

Dean miró a Joe indignado desde el fondo sur de la clase.

-En efecto, Joseph-asintió el señor Woods.

La clase de guardia finalizó y dio lugar el primer recreo, donde continuamos hablando de la oportunidad que se nos presentaba:

-¡Genial, genial, genial!-exclamó Ciara, eufórica-. ¡Qué oportunidad más estupenda se nos ha presentado! ¿No creéis, chicas?

-Ya te digo, amiga-dijo Felicity.

-Pero ser profesor requiere paciencia, algo que vamos a tener que controlar por la fuerza si no queremos problemas-intervino Sheila.

-Eso es verdad-dijo Ella.

-Por tanto, ya que estamos, prometeremos una cosa: no vamos a perder paciencia en ningún momento-dijo Sheila.

-Prometido-dijimos todas al unísono.

-Una idea muy buena, Sheila-comentó Ciara.

-Ahora, ¡a esperar que los de primero no den guerra! ¡Y mucho menos Valerie y los chicos!-suspiró Melisa.

-No te preocupes, Melisa, las clases funcionarán como relojes, y voy a darlo todo para que así sea-dijo Ciara.

El lunes de la semana siguiente dio comienzo el primer ensayo antes del concierto, en el salón de actos.

-Buenos días a todos-les saludó Ciara a los de primero-. Soy Ciara Anderson, encantada de conoceros. Yo soy la coordinadora de los ensayos y también la "profesora" de violín. Mis compañeros y yo nos encargaremos de ayudaros con los ensayos lo máximo posible. Si tenéis algún problema, no dudéis en comunicárnoslo, ya sea conflicto o duda sobre música, ¿de acuerdo?

-De acuerdo-respondieron todos al unísono.

-Muy bien, pues entonces los profesores se irán presentando uno a uno rápidamente, y luego darán lugar los ensayos-concluyó Ciara.

Nos fuimos presentando uno a uno rápidamente, salvo Valerie, que lo extendió un poquito intencionadamente:

-Bueno, ya me conocéis, no tengo falta de presentarme. Yo os ayudaré con el arpa. Y esta-señaló con un ademán a Jessica-es mi amiga Jessica. Ella será una de las "profes" de clarinete. Creedme, estos dos instrumentos son los mejores de toda la orquesta sinfónica (como yo, por supuestísimo). De hecho, son los dos que practico: si tenéis alguna pregunta sobre estos dos, no dudéis en acudir a mí. Estaré encantada de daros todos mis conocimientos.

-¡Qué asco!-le susurró uno de primero a su compañero.

-Ya te digo, colega, esta chica va a traer muchos problemas-le susurró el compañero al chico de primero.

-Os he oído, mocosos-dijo Valerie-. Y creo que estáis vosotros guapos para hablar.

-Valerie, déjalos ya-salió Ciara en defensa de los dos compañeros de primero-. Ya hemos perdido casi veinte minutos de la clase por tu culpa.

-No es mi problema, Ciara-dijo Valerie, arrogante-. A la próxima haz que lleguen todos tempranito.

-Perdona, pero fuiste tú la que se retrasó-dijo Ciara.

-Ciara-intenté retenerla yo, pero hizo caso omiso y ambas siguieron peleando:

-A la próxima procuraré llevar reloj-dijo Valerie, burlonamente.

-A la próxima no colabores si no quieres-le espetó Ciara-. Pero no nos des más la tabarra.

Perdimos diez minutos más de la clase de ensayo, pero por lo menos la pelea había parado, algo que yo no me había esperado.

-Perdona, Alex-se disculpó Ciara.

-Tranquila-respondí.

-Bien, clase, ¡vamos a comenzar!-dijo Ciara-. Y perdonad por esta pérdida de tiempo. Para la próxima clase haré un ajuste de cuentas-respondió mirando a Valerie con frialdad.

-¡No hagas ninguno!-saltó una chica de primero entonces.

-¿Perdón?-preguntó Ciara.

-Eso, lo que has oído-respondió descaradamente la chica de primero-. Quiero que Valerie se quede y me ayude con el clarinete. Soy una gran fan suya y quiero seguir su camino. Ella es mi modelo a seguir.

-Será un estorbo, Sarah-dijo el chico de primero que había estado antes hablando con su compañero.

-Te equivocas, Jamie, tanto tú como los que odiáis profundamente a mi ídolo-respondió la tal Sarah arrogantemente-. Y si no queréis tener a Valerie en clase, os aguantáis, tanto vosotros como los de tercero.

-No nos hables así, niñata-la riñó Melisa.

-Tú a mí no me mandas, bruja-la contestó Sarah-. Que con ese look tan horrible pareces una bruja. No me extraña que ningún chico se fije en ti, con esa apariencia tan rara y con ese carácter tan irascible.

The Secret Door se rio por lo bajo, pero no le hicimos ningún caso, ya que teníamos cosas más importantes en mente. En aquel caso, expulsar a Sarah de clase.

-¡Fuera de clase!-le ordenó Ciara.

-¡No me da la gana!-respondió Sarah con una mueca de burla.

-Te han dicho que fuera de clase, Sarah, y debes pensar en las consecuencias antes de que te den el propinazo-intervino Sheila con serenidad.

-Os creéis muy santurronas, pero quien ríe el último ríe mejor-dijo Sarah.

-¡Ja, ja, ja!-dijo Jamie burlonamente y con asco.

-Jamie, que sepas que eres de lo peor-dijo Sarah.

-Ya lo sé, me lo dices todos los días-dijo Jamie.

La clase de primero se rio de lo lindo. Sarah se fue del salón de actos, furiosa. Valerie miró con frialdad a los chicos de primero y les dijo:

-Sois unos estúpidos. ¿Por qué le hacéis daño a la pobre Sarah? ¡Debería daros vergüenza!

Íbamos a replicar, pero Jamie se adelantó y respondió:

-¡Quién lo iba a decir! ¡Sois clavaditas! Creo que deberías hacer un cambio en tu lista de amigas. Jessica no se merece sufrir contigo, se merece compañías mucho mejores que tú. ¿Por qué no la cambias por Sarah? Ella estará encantada de hacerte caso en todo lo que le ordenes.

-Jess no sufre conmigo, la conozco perfectamente-dijo Valerie.

-No sufro con Valerie, Jamie, me lo paso muy bien-le dijo Jessica a Jamie educadamente.

-Bueno, si tú lo dices...-respondió Jamie, poco convencido-es verdad.

Aunque Jessica no lo quisiera reconocer, era cierto que sufría en compañía de Valerie.

Dicho esto, Jessica y Valerie se fueron a buscar a Sarah, y mientras tanto aprovechamos los escasos minutos que quedaban para dar clase. Para ser el primer día, todo fue a la perfección: los chicos no habían armado ninguna trastada y los de primero fueron muy formales.

Valerie, Jessica y Sarah llegaron al terminar la clase, cuando Ciara dijo, en nombre de toda la clase:

-Os habéis portado de forma excelente, por tanto, en nombre de todos los profesores, os felicitamos por vuestro buen trabajo. Si seguís así, vuestro premio será un gran sobresaliente a cada uno.

-Exceptuando a Sarah-le susurró Jamie al oído de su compañero, Dylan.

-Evidentemente-le susurró Dylan al oído de Jamie.

-Excelente-les felicité a los de primero.

-Lo habéis hecho muy bien-les dijo Felicity.

-Gracias-respondieron los alumnos al unísono.

Al día siguiente, nuestros "amigos" The Secret Door y Las ratas presumidas (Valerie y Jessica) ya empezaron a ponernos trabas en el ensayo, empezando por una zancadilla que le hizo Will a Ciara.

-¡Oye, que casi me caigo!-protestó Ciara.

-Anda, no seas cría y madura por primera vez-le dijo Will.

-Habló el inmaduro-dijo Ciara-. Un adulto normal respetaría a la gente, pero, desgraciadamente, sólo la minoría de los casos saben lo que es el concepto de "respeto". Y tú estás entre la mayoría, es decir, los que no saben respetar y son unos incivilizados. Pero no te preocupes, no estás solo-añadió, con una sonrisa pícara-: tus amigos, mi hermanastro y Valerie te hacen compañía. Y si quieres meterte con alguien, métete con alguno de ellos.

Will, que no supo qué responder, se amedrentó, y volvió a reunirse con sus amigos.

-Muy buena, Ciara-le dijimos a Ciara.

-Gracias, ha sido pan comido-respondió Ciara.

Mientras, atrás del todo en la fila...

-¿Para qué demonios te has achantado, inútil?-le espetó Dean a Will-. ¡Eso lo hacen las chicas! ¡Tú tienes que ser un hombre y no perder la dignidad!

-Reconozco que la contestación que Ciara le dio fue un poco picante, y es normal que Will se haya achantado-intervino George.

-Pero hay solución para las contestaciones picantes, mi querido George-le dijo Dean-. Y una de ellas es pensar rápido, cosa para la que os entrenaré en breve.

-Somos más fuertes que las chicas, tan claro como el agua-dijo Vince.

-Nosotros, desde siempre y hasta ahora, los varones éramos, en la historia de la humanidad, más fuertes, por lo que éramos nosotros los que teníamos que cazar y luchar, mientras que las mujeres se dedicaban a la casa. Sin embargo, los varones que no eran adolescentes tenían que quedarse en casa con sus madres o hermanas y ayudarlas a todo lo que fuera-dijo Joe-. Eso en el Paleolítico y en el Neolítico. Pero luego en la Edad Media también éramos los luchadores en la guerra...

-Joe, deja de soltarnos tanta Historia-lo interrumpió Dean-. ¡Teníamos paz con dejar Historia este año, pero vas tú y nos lo estropeas!

-Lo siento-se disculpó Joe.

Dean ignoró su disculpa. Will inició una nueva conversación tras un breve e incómodo silencio:

-¿Os imagináis a Ciara trabajando como boxeadora?

-¿Y a Ella y a Felicity? ¡Uuf, esas no durarían en el ring ni dos segundos!-dijo George.

-¿Y a Melisa? ¡Ja, ja, ja, ja, ja! ¡Con ese carácter que tiene, puede dar propinazos hasta a su hermana!-dijo André.

-Sheila tampoco duraría un asalto, odia las peleas, y mucho más el boxeo-dijo Dean.

-¿Y qué hay de Alex?-preguntó Joe.

-¡Hay que ver lo poco que te fijas! ¡Mucho estudiar, Pitagorín, pero luego poco ver la realidad!-exclamó Dean-. Alex es más como Sheila, aunque ella sea deportista también odia ese deporte.

-Es un caso un poco anormal, ¿no?-dijo Vince-. Haciendo kárate...

-Pero cada uno es distinto-dijo Joe, secamente.

Mientras, las trabas continuaron con Valerie, que le pegó un chicle a Ella en el pelo.

-¡Oye!-le espetó Ella en cuanto vio el chicle pegado sobre su pelo-. ¡Está alisado de hoy!

-Lo siento-se disculpó Valerie en vano.

Ella le dedicó una mirada desdeñosa.

Y, en otra parte, Sarah desafinaba y manipulaba los instrumentos sin que nos diéramos cuenta, hasta que Hayley, una chica de primero que tocaba el clarinete, gritó:

-¿Qué estás haciendo con los instrumentos, Sarah?

-Sintiendo cómo se destruyen ante determinadas fuerzas-respondió Sarah, con una sonrisa maliciosa.

-Sarah, te ordeno que dejes de manipular los instrumentos inmediatamente-le ordenó Ciara, que era la primera que se enteró, entre el bullicio, del grito de Hayley.

-Como bien te he dicho, Ciara, nadie me ordena lo que tengo que hacer-dijo Sarah-. Y mucho menos una estirada que se cree superior a los demás por muchos conocimientos que tenga.

-Eres una chica muy maleducada, por lo tanto te mereces un buen castigo-le dije.

-¿Qué castigo? ¿Dejarme en un rincón mirando para la pared? ¡Va a ser que no, guapita!-me contestó Sarah burlonamente.

-Si me quejo a la señora Cooper de tu odioso comportamiento hacia tus "profesores" y compañeros con todo detalle, te castigará-dije, con mucha severidad.

-Va a ser que la señora Cooper no te va a creer, soy la mejor estudiante de la clase y, al igual que Valerie, puedo conseguirlo todo a través de sucios trucos, sólo que no soy popular como ella-respondió Sarah-. Pero muy pronto llegaré a ser popular, o incluso más que ella. Por eso quiero aprender de ella: para ser totalmente popular. Luego la dejaré tirada y ya me las arreglaré para ser la diva.

La popularidad puede llegar a ser una obsesión en ciertos sentidos. Tal y como dice Melisa (y en eso estoy de acuerdo con ella), la popularidad no importa. Lo importante es ser uno mismo, y punto.

Entonces supimos que Sarah no quería ser realmente amiga de Valerie, sólo se juntaba con ella y la admiraba para obtener mayor popularidad, por lo que se estaba aprovechando de Valerie.

-¡Eres una niñata desagradecida! ¿Cómo te atreves a hacer eso?-le espetó Melisa a Sarah.

-Soy atrevida-respondió Sarah, con una sonrisa maliciosa.

Entonces se alejó de nosotras. En otro rincón del salón de actos, los alumnos estaban perdiendo los papeles y ninguno de nuestra clase fue capaz de retenerlos: La clase estaba sin orden ni concierto. Por tanto, teníamos que actuar ya de ya. Ciara iba a cortar el problema de raíz, pero sintió un toquecito en el hombro. Se volvió y miró a Valerie.

-Mi amiguita os ha dado una buena lección, sí señor. Así aprenderéis a respetar a la gente-nos dijo.

-Mira por dónde, pues precisamente íbamos a hablarte de ella-dijo Melisa, mirando a Valerie con desdén.

-Se está aprovechando de ti, Valerie, tienes que tener cuidado-dijo Ciara.

-¿Por qué tengo que fiarme de vosotras?-preguntó Valerie, con recelo.

-Te costará creerlo, como a nosotras nos costó, pero Sarah sólo te admira para que le ayudes a ser popular, y así luego dejarte tirada y ocupar tu lugar-dijo Ciara.

-¿Me queréis tomar el pelo o qué?-nos espetó Valerie-. ¡Estáis muertas de envidia, eso es todo! Además, Sarah nunca me haría eso.

-Las apariencias engañan, ¡abre los ojos ya de una vez!-dijo Melisa, enfadada.

-Sí, ábrelos-dijeron Felicity y Ella al unísono, igual de enfadadas.

-Los abriré cuando crea yo conveniente, ¿no os parece?-dijo Valerie. Dicho esto, se largó con Jessica detrás de ella.

-Bueno, pues allá tú si no quieres abrirlos, luego no digas que te han hecho daño y no te han dado un aviso previo-dijo Sheila.

Ciara por fin tomó las riendas de la clase:

-¡Silencio, por favor!-ordenó.

Todos se callaron, incluidos los chicos, Valerie y Sarah. La clase estaba envuelta, en aquel instante, por un manto silencioso. Ciara quitó el manto al cabo de un minuto:

-Bien, clase. Ya hemos perdido bastante tiempo, pero no ha sido culpa vuestra, no os preocupéis. Hoy ya voy a hacer un ajuste de cuentas, sin que nadie replique. Ya sé que vosotros no replicáis, pero ayer hubo una persona (no voy a decir quién ni tampoco mirar a esa persona) que replicó. En cuanto a los instrumentos desafinados...no os preocupéis, dejad el problema en nuestras manos, lo tendremos listo cuanto antes.

La sirena sonó.

-Podéis iros-anunció Ciara.

Los alumnos de primero se levantaron en silencio y salieron en fila india, sin decir una palabra. El resto de nuestros compañeros también se fue sigilosamente. Nosotras nos quedamos las últimas.

-Me siento culpable-dijo Ciara-. Esto de ser profesora es más difícil de lo que creía. Con Sarah, Valerie y los chicos...

-Sobre todo con la enana de Sarah-dijo Melisa, con desdén-. ¿Quién se cree que es para meterse con alguien más mayor que ella? Y si se quiere meter, que se meta consigo misma. Los demás tienen que ser respetados cuando nosotros la respetamos.

-Voy a hablar con Bridgit, ahora tiene clase con 2º de Secundaria-dijo Ciara-. Vosotras iros a clase.

Nosotras fuimos a clase mientras Ciara cerraba el salón de actos y entraba en el instituto, al aula de 2º curso de Secundaria.

-Esto de ser profesora es complicadísimo, no sé cómo el señor Woods puede soportar toda esta presión, sobre todo a Sarah-dijo Sheila.

-Esa chiquilla es más mezquina que el demonio-dijo Melisa.

-¿Se comportará así con el señor Woods?-pregunté.

-Creo que no. Si se comporta bien con la señora Cooper...-respondió Felicity.

-Hay que hacer que los profesores nos crean, pero...¿cómo?-preguntó Ella.

-Ella, chica, ¿es que la cabeza no te da para más?-repuso Melisa-. ¡Hay cientos de ideas! De hecho, se me ha ocurrido una, aunque tengamos que quebrantar una norma.

-¿Qué norma?-preguntamos todas al unísono.

-No se puede usar el móvil en clase-respondió Melisa.

-Espera, ya sé por dónde van los tiros...-dijo Sheila-. ¿Vas a grabar cada día de ensayo con tu móvil?

-Exactamente-respondió Melisa-. Y a partir de ya, por supuestísimo.

-Pero todavía hay otro problema-intervine-. ¿Cómo grabarlo sin que Sarah se entere?-pregunté.

-Es verdad, es inútil, no lo puedo grabar con mi móvil-dijo Melisa-. Pero conozco a alguien del que puedo conseguir una videocámara discreta.

-¿En quién estás pensando?-preguntó Sheila.

-En Marvin, de cuarto curso-respondió Melisa.

-¿FrickyMarvin?-exclamó Ella, sorprendida.

Marvin Lionel era un chico de cuarto curso experto en ciencias, especialmente en Tecnología. Es conocido por sus apodos desdeñosos FrickyMarvin o FrickyLionel, y se hace su propio material escolar a base de cachivaches reciclados. También fabrica más materiales, tales como videocámaras, playeros que corren por ti a la velocidad que desees... Aunque no sea muy común para algunos, yo creo que esa idea es muy creativa y ecológica. Salvo los playeros: creo que con eso no se disfruta del deporte, sino de jugar sucio en el mundo del deporte.

-Sí; pero se llama Marvin, Ella-respondió Melisa.

Ella se ruborizó ligeramente.

En el segundo recreo le pusimos el día a Ciara y fuimos todas juntas a pedirle la videocámara a Marvin.

-¡Hola, Marvin!-lo saludamos.

-Hola, chicas. ¿Qué os traéis por aquí?-nos saludó Marvin.

-Queremos comprarte una videocámara, si es que tu negocio está en pie todavía-respondió Melisa, tratando  de no cambiar su tono de voz normal a un tono de voz burlón.

Marvin tenía un negocio en el instituto, pero tampoco es que tuviera mucho éxito entre los alumnos: Vendía todos los artilugios que fabricaba. Su negocio se llamaba Marvin's Techno World (El mundo Tecno de Marvin o El mundo tecnológico de Marvin).

-¿Qué tipo de videocámara?-preguntó Marvin.

-¿Te quedan de esas discretas?-dijo Melisa.

-Sí-respondió Marvin-. Pero ahora he creado otras más actualizadas: tienen sensor de movimiento incorporado, y se pueden pegar a cualquier pared y altura gracias a la goma que las rodea.

-De acuerdo, nos llevamos una-decidió Melisa-. ¿Tienes una del color de la pared del salón de actos?

-Por supuesto, las videocámaras discretas que vendo aquí tienen los colores de las paredes de cada aula e instalación del instituto. Os la lleváis por el caso de demostrar que alguien está haciendo gamberradas a espaldas de los profesores, ¿verdad?-nos preguntó.

-Sí, has acertado-respondió Melisa-. Ahora, dinos lo que cuesta.

-Doscientas libras-dijo Marvin.

-¡Oye!-protestó Melisa.

-Ya estoy cansado de que la gente se lleve mis artilugios para que después se rían de ellos y luego los destrocen-dijo Marvin.

El negocio de Marvin tampoco es que fuese nada popular entre los compañeros. Era un poco popular, pero en un mal sentido: la gente compraba sus artilugios para usarlos y luego tirarlos. Los profesores, en cambio y como es lógico, ya sabían tratar bien el negocio.

-Puede que tengas tus razones, pero...-intentó replicar Melisa con calma, pero Marvin la interrumpió:

-O doscientas libras, o no hay videocámara-dijo Marvin. Se detuvo y le dedicó una mirada pícara a Melisa. Entonces añadió-: A no ser que salgas conmigo durante una semana. Entonces os paso el precio por alto.

-¿¡Estás chalado!? ¡Ni de broma saldría con un fricky que inventa artilugios extraños!-gritó Melisa, enfadada.

-Marvin, con todo el perdón del mundo, pero el mundo tecnológico te está volviendo tarumba-salió Felicity en defensa de Melisa.

-Entonces no hay trato, lo siento-nos dijo Marvin.

Ciara, para impedir que Marvin se saliera con la suya, dijo:

-Mira, Marvin, descuéntanos el precio cien libras, te juramos que no lo vamos a destrozar, es un caso urgente, y tú lo sabes.

Marvin miró a Ciara con recelo, y finalmente cedió:

-Está bien. Os lo rebajo 100 libras, ni una más ni una menos. Pero sólo porque sois vosotras.

-Hecho-dijo Ciara. Entonces sacó su monedero y de éste sacó dos billetes de cincuenta libras-: Aquí tienes.

-Gracias, señorita-dijo Marvin. Cogió las cien libras y se las metió en el bolsillo del pantalón. Seguidamente, le dio la videocámara a Ciara y nos dijo-: Y gracias a vosotras por haberos pasado por Marvin's Techno World. ¡Hasta otra!

-Hasta otra, Marvin-nos despedimos de él, un poco agobiadas. Marvin, cuando alguien iba a comprarle algo, era amable con todos, pero cuando la compra terminaba se mostraba más repugnante que el olor de los insecticidas. Este carácter sólo con compañeros. Con los profesores se comportaba bien al principio y al final de la compra.

-Este Marvin...al principio es agradable pero al final es repugnante con los alumnos-dijo Ella, al salir del aula de cuarto curso, donde estaba Marvin con sus aparatos-. Por eso lo llamo FrickyMarvin.

-Esta vez te doy la razón, Ella-dijo Melisa.

-¡Menuda cara que tuvo cuando dijo que pasaba el precio de la videocámara por alto sólo si salías con él durante una semana!-le dijo Sheila.

-Estúpido...no pienso volver a comprar más nada a su tienda, o negocio, o comolollame, por muy actualizados que estén sus...bichos-dijo Melisa, con desdén.

-Nosotras tampoco, ¿verdad, chicas?-dijo Ciara.

Asentimos.

-Pero ahora lo importante es centrarse en pillar a Sarah con las manos en la masa-dijo Felicity.

-Pero lo primero, poner en marcha este trasto-concluyó Melisa.

Al día siguiente, durante el recreo, la videocámara se puso en marcha. El día anterior habíamos logrado afinar los instrumentos a tiempo con ayuda de una llamada telefónica al señor Woods y con la cooperación de algunos compañeros de nuestra clase. Hoy la clase ya fue más tranquila, pero las jugarretas no cesaban todavía. Esta vez estábamos menos tensas, porque la videocámara grababa minuto tras minuto, cambiando su posición de un sitio a otro con discreción. Y todo gracias a Marvin, que el mismo día anterior vino al insti por la tarde a perfeccionar la videocámara, y también había venido a disculparse por su comportamiento.

Ciara trató de mantener el orden en la clase:

-Muy bien, chicos. Ayer hemos tenido un problema durante el ensayo, pero ya está solucionado. Así que hoy ya podemos continuar ensayando tranquilamente. ¡En marcha!

Todos se pusieron a sus puestos. Mientras tanto, Sarah intentaba conseguir su objetivo:

-Valerie, ¿cómo has tenido tanto éxito desde que estabas en primer curso? ¿A qué se debió ese éxito?-preguntó Sarah.

-Desde luego, no lo conseguí de la noche a la mañana-respondió Valerie-. Ser popular lleva tiempo y dedicación. Tienes que cuidar mucho tu imagen, mantener el expediente académico sin ninguna mancha (en caso de que se tengan, procurar tener las menos posibles), saber escoger ropa y complementos (por supuesto, de marca y que estén a la última). Y, si tienes algún enemigo, evitarlo y hacerle la vida imposible, como yo hago con las inmaduras de The Smiling Friends o comosellame su grupo. Ojo, ahora que si quieres hacer la vida imposible al enemigo, hazlo sin que se enteren los profesores y, en caso de que el enemigo intente destapar la verdad, procura evitarlo a mi manera, es decir, de tal manera que los profesores no se crean lo que dicen los enemigos: Pero para ello hay que tener el don de la actuación.

Desde luego, esos consejos son de lo más estúpidos, ¿no creéis? Yo creo que hay que hacer una vida normal, sencilla, no hacer una vida demasiado lujosa ni...alocada. Como yo llamo a este último término, "vivir al estilo Valerie". Pero cada uno es distinto y se plantea su vida a su manera.

-Y no sólo eso: también hay que ser astuta y mantener los ojos bien abiertos, porque la popularidad también puede desvanecerse en cualquier momento y de forma rápida-continuó Valerie-. Ante todo, estar alerta.

-No te importaría enseñarme, ¿verdad?-preguntó Sarah.

-¡Por supuesto que no! ¡Yo estoy encantada de instruir a la gente que quiere ser popular!-respondió Valerie.

-Oye, Valerie, ¿no estás harta de darle órdenes a Jessica y que ésta las haga mal?-continuó preguntando Sarah.

-Reconozco que a veces estoy un poquito harta de eso y de ella misma incluso, pero en el fondo es una amiga fiel, buena y de gran utilidad-dijo Valerie.

-Una amiga fiel y útil puede ser cualquier persona, como yo-dijo Sarah.

-Ya, Sarah, pero Jessica y yo somos amigas desde hace muchos años y no quiero perderla, a pesar de las bobadas que diga yo a veces cuando pierdo la paciencia-respondió Valerie.

-Valerie, hay dos cosas: una, Jessica no quiere ser como tú, y mucho menos ser popular-dijo Sarah, tratando de convencer a Valerie-. Y la segunda: ella está harta de ti, sólo que le da miedo admitirlo. Lo que ha dicho Jamie, aunque Jessica lo oculte, es verdad.

Ahí estaba diciendo la verdad, pero por desgracia, Sarah estaba jugando esa carta para fines no deseados.

-Eso son rumores-dijo Valerie.

-Soy la amiga perfecta para ti, Val-dijo Sarah-. Yo, sólo yo. No te arrepentirás en cuanto pases el rato conmigo.

-Lo siento, Sarah, no puedo-rechazó Valerie-. Puedo instruirte, pero no puedo permitir que Jessica se separe de mí. Vuelve con los demás chicos de arpa, vengo enseguida.

Mientras Valerie iba a buscar su arpa, Sarah seguía con su objetivo, separar a Valerie de Jessica. Se dirigió a Jessica:

-Jessica...¡qué placer verte!-dijo con falsedad.

-¿Qué quieres, Sarah?-quiso saber Jessica.

-Decirte que Valerie está harta de tenerte a su lado, para ella eres igual que una pulga en el pelaje de un perro-respondió Sarah-. Me ha dicho de su parte que no volvieras a ser su amiga y que te fueras con tu música a otra parte.

-¿Valerie dijo eso?-preguntó Jessica, con lágrimas de tristeza en los ojos.

-Sí, lo siento mucho-respondió Sarah-. Valerie quiere de amigas a chicas cuyo sueño sea ser popular y todas esas cosas, no chicas a las que les importa un comino.

-Vale, comprendo su decisión-dijo Jessica, manteniendo la calma. Dicho esto, Sarah se fue con su grupo de arpa.

Observé la escena detenidamente.

-Vuelvo enseguida, chicos-dije-. No os mováis de vuestros sitios y empezad sin mí, ¿de acuerdo?

Mi grupo, el de los alumnos de saxofón, asintió, y comenzaron a ensayar. Fui hasta la otra punta del escenario para hablar con Ciara.

-Ciara, ¿no te importará venir un segundo, no?-dije.

-En absoluto-respondió Ciara. Dicho esto, llamó a Luna, otra profesora de otro grupo de violín.

-Dime, Ciara-dijo Luna.

-¿Podrías ocuparte de mis alumnos un segundo, por favor?

-Sí, por supuesto-respondió Luna-. Me ocuparé de todos ellos. Sin problema.

-Gracias-dijo Ciara. Luna se fue y nos alejamos hacia el rincón más cercano al escenario del salón de actos para hablar.

-¿Qué ocurre?-quiso saber Ciara.

-Nuestra "amiga" Sarah ataca de nuevo-respondí-. Hace un momento estaba hablando con Jessica. Por lo que vi, casi la hizo llorar mientras Valerie iba a por su arpa. No está tramando nada bueno.

-Está cada vez más cerca de su objetivo-dijo Ciara-. Hay que frenarla lo antes posible.

A la hora siguiente, Jessica permaneció al lado de Valerie, pero no le dijo ni una palabra:

-Jess, ¿ocurre algo? Llevas desde que salimos del salón de actos sin hablarme-quiso saber Valerie, en un susurro.

Jessica no respondió.

-¡Eeeeh! ¡Holaaa! ¡Tierra llamando a Jessica! ¿Me oyes?-le espetó Valerie en voz baja, mientras corregíamos los ejercicios de matemáticas.

No hubo respuesta.

-Jess...-Valerie intentó seguir insistiendo, pero era inútil:

-¡Sssh! No me estoy enterando de nada. Por favor, Valerie, cállate-respondió Jessica.

-¿He hecho algo mal?-preguntó Valerie en un susurro.

-¡Señorita Guasch! ¿Quiere atender de una vez y dejar de molestar?-le llamó la atención la señorita Bennett a Valerie.

-Lo siento-se disculpó Valerie.

The Secret Door se rio por lo bajo. Las clases continuaron hasta que llegó el segundo recreo, donde aprovechamos la oportunidad para detener a Sarah, que en aquel momento estaba dando una vuelta por el patio:

-Confiesa-empezó Ciara, yendo al grano.

-¿Qué tengo que confesar? No os he hecho nada-dijo Sarah.

-Pero te estás aprovechando de Valerie, y a Jessica le has hecho daño-dijo Ciara.

-¿Desde cuándo os preocupáis por Valerie y Jessica?-nos preguntó Sarah burlonamente.

-Venga, niña, no seas inmadura y pon los pies en la tierra-dijo Melisa.

-Confiesa de una vez, porque si no tomaremos medidas-dije-. Como hacer que tu tutora y la directora te sonsaquen información.

-Lamento decirte esto, Sarah, pero la popularidad todavía te queda un poco grande-dijo Felicity.

-Y el hacer travesuras te queda un poco pequeño, ¿no crees?-dijo Ella.

-La popularidad no me queda grande, está hecha a mi medida-dijo Sarah, desafiante.

-¿Seguro? Si necesitas aprovecharte de Valerie para conseguir tu objetivo es que te queda un poco grande-dijo Ciara.

-Es como utilizar una escalera, y eso no vale-dijo Sheila.

Sarah comenzó a tener lágrimas en los ojos.

-Valerie está arriesgando ciertas cosas, como la confianza de los profesores-dijo Ciara-. Si un día la pillan con las manos en la masa haciendo algo indebido (le pasó una vez, pero luego se las ingenió para que los profesores volvieran a confiar en ella) y no puede utilizar su astucia, perderá dicha confianza, y probablemente no la vuelva a recuperar. Eso también influye en sus sucias estrategias para ser popular: también irá perdiendo poco a poco popularidad hasta que se desvanezca. Eso puede pasarle perfectamente a cualquiera, incluso a ti. ¿No te has dado cuenta que ser popular tiene sus riesgos?

Las primeras lágrimas de tristeza de Sarah comenzaron a resbalar por sus mejillas.

-Hace dos años envidiaba a Valerie-confesó-. Estaba en sexto de primaria, fue un año antes de haber repetido curso. Mis amigas y yo estábamos jugando tranquilamente en el parque a la comba, y cerca estaba ella, luciendo esa ropa de marca que le sienta fatal, y su amiga Jessica.

>>>Tras haber acabado la bolsa de pipas que las dos estaban devorando, se acercaron a nosotras para molestarnos. Bueno, mejor dicho, Valerie fue la que nos estuvo molestando y la que estaba devorando la bolsa de pipas:

-Hola, niñas-nos saludó Valerie-. Un juego interesante, ¿no?

No me cayó bien desde el principio. En cambio, a mis amigas sí.

-Sí, interesantísimo-respondieron ellas, hipnotizadas, clavando sus ojos sobre su figura.

-Bueno, realmente no-confesó Evelyn, una de mis amigas, riendo.

-Lo que realmente nos interesa es tu ropa y tu peinado-dijo Esmeralda, otra de mis amigas-. ¿Dónde has ido a por ella y dónde te han hecho ese corte de pelo tan chulo?

-Venid conmigo, os lo contaré por el camino-respondió Valerie.

Mis amigas se acercaron a Valerie.

-Sarah, ¿no te vienes?-me preguntó Vera, otra de mis amigas.

-No, no me apetece, gracias-respondí.

-Bueno, si no te apetece, peor para ti, pues-me dijo Valerie-. Vámonos, chicas.

¡Trataba a mis amigas como si hubieran sido amigas toda la vida! Eso me mosqueaba mucho, sobre todo cuando, tres días después, al comenzar de nuevo la jornada escolar, lucían ropa de marca y tenían unos cortes de pelo que no les quedaban bien.

-¿Qué tal nos ves, Sarah? Como sabes, hemos ido el fin de semana con Valerie a las rebajas, y gracias a ella hemos podido conseguir un nuevo cambio de look. ¡Mira qué ropa tan chula!-me dijo Esmeralda.

-¿Y qué hay de nuestras divertidas tardes en el parque saltando a la comba?-pregunté.

-Eso ya es historia, sobre todo nuestra amistad contigo-respondió Esmeralda.

Eso me partió el corazón. Esme lo notó, y me dijo:

-Verás, Sarah; Vera, Evelyn y yo hemos pensado que tal vez no puedas estar con nosotras. Ahora ya no nos divierte tanto saltar a la comba como antes. Queremos hacer otras cosas: ir a las rebajas, salir a dar una vuelta por la ciudad, etc. Y, como sabemos de sobra que eso no te interesa, lo mejor es dejar nuestra amistad truncada.

Encima, nuestra amistad había sido truncada para no volver a iniciarse. Aquellas dos cosas fueron las suficientes para dejar mi corazón hecho polvo, literalmente. Entonces prometí vengarme de Valerie cuando estuviera en primer curso. En teoría, me tendrían que haber quedado tres meses, pero por culpa de eso, mis notas comenzaron a caer en picado hasta llegar el tercer trimestre, con seis asignaturas suspensas. Mi tutora de sexto, viendo mis problemas académicos en los dos últimos trimestres, les aconsejó a mis padres que repitiera para darme más tiempo con los estudios, recuperarme del acontecimiento y hacerme otras amigas. Y repetí.

Repetir fue una desgracia para mí al principio, pero traté de pensar en positivo y olvidar el recuerdo. Gracias a eso, aprobé todas las asignaturas y logré pasar de curso. En cuanto a las amigas...no hice ninguna en especial. Aunque hubiera dejado atrás el recuerdo, mi alma estaba dolida.

El verano antes de haber empezado Secundaria decidí planear mi venganza. Decidí comportarme como Valerie hacía y fingí ser su admiradora e interesarme por la popularidad para así luego, mediante una serie de estrategias, lograr aplastarla. Intuía que perder a su "queridísima" amiga, su queridísima fama y sus "queridísimos" admiradores sería su punto débil, así que poco a poco me aproximé...aunque no sé si debo continuar.

Quisiera disculparme por mi comportamiento, sé que he dado mucho la lata y me he comportado como una niña de tres años. En cuanto a Ella y Felicity, tenéis razón: ya soy un poco grande para hacer travesuras y la popularidad no está hecha a mi medida. Lo siento mucho. Y Melisa, siento haberte llamado bruja, perdóname. >>>

-Sentimos haber sido duras contigo-dijo Ciara.

-Te perdonamos-dijeron Felicity y Ella al unísono.

-Yo también, no tienes por qué lamentarte-dijo Melisa con una sonrisa.

-No os preocupéis, no lo sabíais-dijo Sarah.

-Sarah, cuando tengas algún problema así, no dudes en comentárselo al orientador, el señor Kingsley-dijo Ciara-. Él es muy comprensivo y es alguien con el que puedes contar.

-Los profesores en este instituto son todos comprensivos-dijo Sheila-. Si tienes algún problema en alguna clase, no dudes en contarlo al profesor correspondiente o al señor Kingsley.

-Y no utilices la venganza como estrategia-dije-. Agua pasada no mueve molino. Y la violencia sólo riza el rizo a los problemas.

-Y a cada cerdo le llega su San Martín-dijo Melisa-. No te preocupes, que la vida le dará una buena lección  a Valerie cuando menos se lo espere. Pero tus amigas también fueron muy inmaduras al haberse dejado llevar por ella. El pasado no se puede cambiar: lo único que se puede hacer es dejarlo atrás. Y si todavía te sientes dolida, cuéntaselo al señor Kingsley.

-Gracias por los consejos, y por vuestra comprensión-dijo Sarah.

-De nada, para eso estamos los profesores-dije, con una sonrisa.

Los días restantes ya fueron viento en popa: Sarah pidió disculpas a Jessica por haberla hecho daño, y le confesó a Valerie la verdad.

Los chicos no se atrevieron a continuar con sus jugarretas, ya que Ciara habló con George sobre lo ocurrido y le pidió que no volvieran a hacerlas en todo lo que quedara de semana, porque si no se las vería con su padre y con la madre de Ciara.

A la semana siguiente, cuando el señor Woods volvió al insti, nos invitó a ir a ver a los chicos de primero en el primer recreo del jueves, cuando los iba a examinar. El concierto fue magnífico, por lo que cada alumno de primero fue recompensado de su duro trabajo con un sobresaliente.

En cuanto a la videocámara...Melisa y Felicity se quedaron con ella, y borramos lo que la videocámara había grabado, ya que la clase había prometido no chivarse del comportamiento de Sarah ni contar el porqué a esa razón. Únicamente comentamos el porqué a la señorita Shapiro, con quien había hablado Ciara anteriormente sobre el comportamiento de Sarah. Ésta lo comprendió y prometió no contárselo al resto del profesorado.

El viernes, el señor Woods tenía preparada una sorpresa: nos había preparado una merienda en el gimnasio después de clase, como recompensa por haber trabajado duro con los de primero.

Nos lo pasamos bomba: hubo risas, música, bailes, conversaciones...¡y también recibimos la visita de los de primero!

Aquella semana fue la mejor de nuestras vidas. Fueron unos ensayos ajetreados, pero finalmente tuvimos una dulce recompensa.

Nunca hay que tirar la toalla, a pesar de que el obstáculo sea difícil. Con cada esfuerzo, obtenemos una recompensa. Y para obtenerla necesitamos poner algo de nuestra parte: eso es el esfuerzo; aportar nuestro granito de arena. De esa forma podemos conseguir nuestros objetivos.