CAPÍTULO CONTADO POR ALEX
Ser profesor es una profesión como otra cualquiera. Uno de los requisitos principales a la hora de escoger la profesión que será nuestra el día del mañana, es tener clara dicha profesión y elegir una que os guste. Otro de esos requisitos principales y fundamentales es sentirse a gusto en el trabajo, y, en caso de que haya problemas, no hace falta dejarse llevar por la violencia, todo lo contrario: los conflictos se arreglan hablando, y con conflictos me refiero a todos: Sé que también hay problemas que el tiempo puede curar hasta dejar ni un solo rastro de ellos al final, pero la mayoría se solucionan hablando. Y el tercer requisito fundamental: estudiar mucho para conseguir dicha profesión.
La experiencia de ser profesores de música la vivimos hace dos semanas, durante los ensayos del concierto que los alumnos de primero iban a dar.
Todo empezó cuando el señor Woods, el profesor de música del instituto, nos hizo la petición, durante una clase de guardia que teníamos con él:
-Chicos, ¿podríais hacerme un favor para esta semana que viene?-nos preguntó.
-¿De qué se trata, señor Woods?-quiso saber Ciara.
-Pues se trata de los ensayos-respondió el señor Woods-. Como muy bien sabéis, todos los años en primero y segundo curso de Secundaria hacemos dos actividades obligatorias a mitad de trimestre: una de ellas es el examen teórico global para poner a prueba sus conocimientos teóricos; y otra de ellas es un concierto para poner a prueba sus conocimientos prácticos. Los alumnos de primero ya han ensayado en clase para la práctica y hace dos semanas que hicieron el examen teórico. Esta semana pensaba hacer los ensayos finales en el primer recreo, pero por motivos personales no voy a poder estar presente. Así que...no os importaría ser profesores durante una semana, ¿no?
-En absoluto-respondimos la mayoría al unísono.
-Os lo agradezco a montones, chicos, sabía que podía confiar en vosotros, gracias-dijo el señor Woods.
-No hay de qué, para eso estamos-dijimos la mayoría al unísono.
-¿De qué será el concierto, señor Woods?-pregunté entonces.
-De música clásica-respondió el señor Woods-. Violín, piano, flauta, clarinete...instrumentos relacionados con la música clásica. Los alumnos de primero tocarán una partitura sencillita, la de Campanitas del lugar, pero en otra versión: en la versión primerosecundariana, para ellos.
-¡Estos niños de primero...!-dijo Hilary, una de nuestra clase que tocaba el violonchelo, riendo.
-Ya, hoy en día son tremendos-respondió el señor Woods riendo-. Por cierto, ¿quién es el delegado o delegada de vuestra clase?-nos preguntó.
Ciara levantó la mano.
-Bien, Ciara, entonces perfecto-dijo el señor Woods-. Tú tienes que encargarte de la coordinación de las clases de ensayo, es decir, hacer que las clases funcionen como relojes. Y también...¿sigues con el violín, no?
-Sí-respondió Ciara.
-Pues también les ayudarás a los violinistas del concierto-continuó el señor Woods-. Supongo que estas tareas no serán difíciles para una chica tan aplicada y metódica como tú, ¿me equivoco?
Ciara se ruborizó ligeramente.
-No, no se equivoca-respondí-. Ciara es muy responsable, trabajadora y buena chica.
-Una de las cosas malas de los jóvenes de hoy es que soléis cambiar para peor, pero hay muy pocos casos que se salvan de pasar por ese camino-dijo el señor Woods.
-Cierto-respondió Joe-. La vida te da sorpresas, agradables o desagradables.
Dean miró a Joe indignado desde el fondo sur de la clase.
-En efecto, Joseph-asintió el señor Woods.
La clase de guardia finalizó y dio lugar el primer recreo, donde continuamos hablando de la oportunidad que se nos presentaba:
-¡Genial, genial, genial!-exclamó Ciara, eufórica-. ¡Qué oportunidad más estupenda se nos ha presentado! ¿No creéis, chicas?
-Ya te digo, amiga-dijo Felicity.
-Pero ser profesor requiere paciencia, algo que vamos a tener que controlar por la fuerza si no queremos problemas-intervino Sheila.
-Eso es verdad-dijo Ella.
-Por tanto, ya que estamos, prometeremos una cosa: no vamos a perder paciencia en ningún momento-dijo Sheila.
-Prometido-dijimos todas al unísono.
-Una idea muy buena, Sheila-comentó Ciara.
-Ahora, ¡a esperar que los de primero no den guerra! ¡Y mucho menos Valerie y los chicos!-suspiró Melisa.
-No te preocupes, Melisa, las clases funcionarán como relojes, y voy a darlo todo para que así sea-dijo Ciara.
El lunes de la semana siguiente dio comienzo el primer ensayo antes del concierto, en el salón de actos.
-Buenos días a todos-les saludó Ciara a los de primero-. Soy Ciara Anderson, encantada de conoceros. Yo soy la coordinadora de los ensayos y también la "profesora" de violín. Mis compañeros y yo nos encargaremos de ayudaros con los ensayos lo máximo posible. Si tenéis algún problema, no dudéis en comunicárnoslo, ya sea conflicto o duda sobre música, ¿de acuerdo?
-De acuerdo-respondieron todos al unísono.
-Muy bien, pues entonces los profesores se irán presentando uno a uno rápidamente, y luego darán lugar los ensayos-concluyó Ciara.
Nos fuimos presentando uno a uno rápidamente, salvo Valerie, que lo extendió un poquito intencionadamente:
-Bueno, ya me conocéis, no tengo falta de presentarme. Yo os ayudaré con el arpa. Y esta-señaló con un ademán a Jessica-es mi amiga Jessica. Ella será una de las "profes" de clarinete. Creedme, estos dos instrumentos son los mejores de toda la orquesta sinfónica (como yo, por supuestísimo). De hecho, son los dos que practico: si tenéis alguna pregunta sobre estos dos, no dudéis en acudir a mí. Estaré encantada de daros todos mis conocimientos.
-¡Qué asco!-le susurró uno de primero a su compañero.
-Ya te digo, colega, esta chica va a traer muchos problemas-le susurró el compañero al chico de primero.
-Os he oído, mocosos-dijo Valerie-. Y creo que estáis vosotros guapos para hablar.
-Valerie, déjalos ya-salió Ciara en defensa de los dos compañeros de primero-. Ya hemos perdido casi veinte minutos de la clase por tu culpa.
-No es mi problema, Ciara-dijo Valerie, arrogante-. A la próxima haz que lleguen todos tempranito.
-Perdona, pero fuiste tú la que se retrasó-dijo Ciara.
-Ciara-intenté retenerla yo, pero hizo caso omiso y ambas siguieron peleando:
-A la próxima procuraré llevar reloj-dijo Valerie, burlonamente.
-A la próxima no colabores si no quieres-le espetó Ciara-. Pero no nos des más la tabarra.
Perdimos diez minutos más de la clase de ensayo, pero por lo menos la pelea había parado, algo que yo no me había esperado.
-Perdona, Alex-se disculpó Ciara.
-Tranquila-respondí.
-Bien, clase, ¡vamos a comenzar!-dijo Ciara-. Y perdonad por esta pérdida de tiempo. Para la próxima clase haré un ajuste de cuentas-respondió mirando a Valerie con frialdad.
-¡No hagas ninguno!-saltó una chica de primero entonces.
-¿Perdón?-preguntó Ciara.
-Eso, lo que has oído-respondió descaradamente la chica de primero-. Quiero que Valerie se quede y me ayude con el clarinete. Soy una gran fan suya y quiero seguir su camino. Ella es mi modelo a seguir.
-Será un estorbo, Sarah-dijo el chico de primero que había estado antes hablando con su compañero.
-Te equivocas, Jamie, tanto tú como los que odiáis profundamente a mi ídolo-respondió la tal Sarah arrogantemente-. Y si no queréis tener a Valerie en clase, os aguantáis, tanto vosotros como los de tercero.
-No nos hables así, niñata-la riñó Melisa.
-Tú a mí no me mandas, bruja-la contestó Sarah-. Que con ese look tan horrible pareces una bruja. No me extraña que ningún chico se fije en ti, con esa apariencia tan rara y con ese carácter tan irascible.
The Secret Door se rio por lo bajo, pero no le hicimos ningún caso, ya que teníamos cosas más importantes en mente. En aquel caso, expulsar a Sarah de clase.
-¡Fuera de clase!-le ordenó Ciara.
-¡No me da la gana!-respondió Sarah con una mueca de burla.
-Te han dicho que fuera de clase, Sarah, y debes pensar en las consecuencias antes de que te den el propinazo-intervino Sheila con serenidad.
-Os creéis muy santurronas, pero quien ríe el último ríe mejor-dijo Sarah.
-¡Ja, ja, ja!-dijo Jamie burlonamente y con asco.
-Jamie, que sepas que eres de lo peor-dijo Sarah.
-Ya lo sé, me lo dices todos los días-dijo Jamie.
La clase de primero se rio de lo lindo. Sarah se fue del salón de actos, furiosa. Valerie miró con frialdad a los chicos de primero y les dijo:
-Sois unos estúpidos. ¿Por qué le hacéis daño a la pobre Sarah? ¡Debería daros vergüenza!
Íbamos a replicar, pero Jamie se adelantó y respondió:
-¡Quién lo iba a decir! ¡Sois clavaditas! Creo que deberías hacer un cambio en tu lista de amigas. Jessica no se merece sufrir contigo, se merece compañías mucho mejores que tú. ¿Por qué no la cambias por Sarah? Ella estará encantada de hacerte caso en todo lo que le ordenes.
-Jess no sufre conmigo, la conozco perfectamente-dijo Valerie.
-No sufro con Valerie, Jamie, me lo paso muy bien-le dijo Jessica a Jamie educadamente.
-Bueno, si tú lo dices...-respondió Jamie, poco convencido-es verdad.
Aunque Jessica no lo quisiera reconocer, era cierto que sufría en compañía de Valerie.
Dicho esto, Jessica y Valerie se fueron a buscar a Sarah, y mientras tanto aprovechamos los escasos minutos que quedaban para dar clase. Para ser el primer día, todo fue a la perfección: los chicos no habían armado ninguna trastada y los de primero fueron muy formales.
Valerie, Jessica y Sarah llegaron al terminar la clase, cuando Ciara dijo, en nombre de toda la clase:
-Os habéis portado de forma excelente, por tanto, en nombre de todos los profesores, os felicitamos por vuestro buen trabajo. Si seguís así, vuestro premio será un gran sobresaliente a cada uno.
-Exceptuando a Sarah-le susurró Jamie al oído de su compañero, Dylan.
-Evidentemente-le susurró Dylan al oído de Jamie.
-Excelente-les felicité a los de primero.
-Lo habéis hecho muy bien-les dijo Felicity.
-Gracias-respondieron los alumnos al unísono.
Al día siguiente, nuestros "amigos" The Secret Door y Las ratas presumidas (Valerie y Jessica) ya empezaron a ponernos trabas en el ensayo, empezando por una zancadilla que le hizo Will a Ciara.
-¡Oye, que casi me caigo!-protestó Ciara.
-Anda, no seas cría y madura por primera vez-le dijo Will.
-Habló el inmaduro-dijo Ciara-. Un adulto normal respetaría a la gente, pero, desgraciadamente, sólo la minoría de los casos saben lo que es el concepto de "respeto". Y tú estás entre la mayoría, es decir, los que no saben respetar y son unos incivilizados. Pero no te preocupes, no estás solo-añadió, con una sonrisa pícara-: tus amigos, mi hermanastro y Valerie te hacen compañía. Y si quieres meterte con alguien, métete con alguno de ellos.
Will, que no supo qué responder, se amedrentó, y volvió a reunirse con sus amigos.
-Muy buena, Ciara-le dijimos a Ciara.
-Gracias, ha sido pan comido-respondió Ciara.
Mientras, atrás del todo en la fila...
-¿Para qué demonios te has achantado, inútil?-le espetó Dean a Will-. ¡Eso lo hacen las chicas! ¡Tú tienes que ser un hombre y no perder la dignidad!
-Reconozco que la contestación que Ciara le dio fue un poco picante, y es normal que Will se haya achantado-intervino George.
-Pero hay solución para las contestaciones picantes, mi querido George-le dijo Dean-. Y una de ellas es pensar rápido, cosa para la que os entrenaré en breve.
-Somos más fuertes que las chicas, tan claro como el agua-dijo Vince.
-Nosotros, desde siempre y hasta ahora, los varones éramos, en la historia de la humanidad, más fuertes, por lo que éramos nosotros los que teníamos que cazar y luchar, mientras que las mujeres se dedicaban a la casa. Sin embargo, los varones que no eran adolescentes tenían que quedarse en casa con sus madres o hermanas y ayudarlas a todo lo que fuera-dijo Joe-. Eso en el Paleolítico y en el Neolítico. Pero luego en la Edad Media también éramos los luchadores en la guerra...
-Joe, deja de soltarnos tanta Historia-lo interrumpió Dean-. ¡Teníamos paz con dejar Historia este año, pero vas tú y nos lo estropeas!
-Lo siento-se disculpó Joe.
Dean ignoró su disculpa. Will inició una nueva conversación tras un breve e incómodo silencio:
-¿Os imagináis a Ciara trabajando como boxeadora?
-¿Y a Ella y a Felicity? ¡Uuf, esas no durarían en el ring ni dos segundos!-dijo George.
-¿Y a Melisa? ¡Ja, ja, ja, ja, ja! ¡Con ese carácter que tiene, puede dar propinazos hasta a su hermana!-dijo André.
-Sheila tampoco duraría un asalto, odia las peleas, y mucho más el boxeo-dijo Dean.
-¿Y qué hay de Alex?-preguntó Joe.
-¡Hay que ver lo poco que te fijas! ¡Mucho estudiar, Pitagorín, pero luego poco ver la realidad!-exclamó Dean-. Alex es más como Sheila, aunque ella sea deportista también odia ese deporte.
-Es un caso un poco anormal, ¿no?-dijo Vince-. Haciendo kárate...
-Pero cada uno es distinto-dijo Joe, secamente.
Mientras, las trabas continuaron con Valerie, que le pegó un chicle a Ella en el pelo.
-¡Oye!-le espetó Ella en cuanto vio el chicle pegado sobre su pelo-. ¡Está alisado de hoy!
-Lo siento-se disculpó Valerie en vano.
Ella le dedicó una mirada desdeñosa.
Y, en otra parte, Sarah desafinaba y manipulaba los instrumentos sin que nos diéramos cuenta, hasta que Hayley, una chica de primero que tocaba el clarinete, gritó:
-¿Qué estás haciendo con los instrumentos, Sarah?
-Sintiendo cómo se destruyen ante determinadas fuerzas-respondió Sarah, con una sonrisa maliciosa.
-Sarah, te ordeno que dejes de manipular los instrumentos inmediatamente-le ordenó Ciara, que era la primera que se enteró, entre el bullicio, del grito de Hayley.
-Como bien te he dicho, Ciara, nadie me ordena lo que tengo que hacer-dijo Sarah-. Y mucho menos una estirada que se cree superior a los demás por muchos conocimientos que tenga.
-Eres una chica muy maleducada, por lo tanto te mereces un buen castigo-le dije.
-¿Qué castigo? ¿Dejarme en un rincón mirando para la pared? ¡Va a ser que no, guapita!-me contestó Sarah burlonamente.
-Si me quejo a la señora Cooper de tu odioso comportamiento hacia tus "profesores" y compañeros con todo detalle, te castigará-dije, con mucha severidad.
-Va a ser que la señora Cooper no te va a creer, soy la mejor estudiante de la clase y, al igual que Valerie, puedo conseguirlo todo a través de sucios trucos, sólo que no soy popular como ella-respondió Sarah-. Pero muy pronto llegaré a ser popular, o incluso más que ella. Por eso quiero aprender de ella: para ser totalmente popular. Luego la dejaré tirada y ya me las arreglaré para ser la diva.
La popularidad puede llegar a ser una obsesión en ciertos sentidos. Tal y como dice Melisa (y en eso estoy de acuerdo con ella), la popularidad no importa. Lo importante es ser uno mismo, y punto.
Entonces supimos que Sarah no quería ser realmente amiga de Valerie, sólo se juntaba con ella y la admiraba para obtener mayor popularidad, por lo que se estaba aprovechando de Valerie.
-¡Eres una niñata desagradecida! ¿Cómo te atreves a hacer eso?-le espetó Melisa a Sarah.
-Soy atrevida-respondió Sarah, con una sonrisa maliciosa.
Entonces se alejó de nosotras. En otro rincón del salón de actos, los alumnos estaban perdiendo los papeles y ninguno de nuestra clase fue capaz de retenerlos: La clase estaba sin orden ni concierto. Por tanto, teníamos que actuar ya de ya. Ciara iba a cortar el problema de raíz, pero sintió un toquecito en el hombro. Se volvió y miró a Valerie.
-Mi amiguita os ha dado una buena lección, sí señor. Así aprenderéis a respetar a la gente-nos dijo.
-Mira por dónde, pues precisamente íbamos a hablarte de ella-dijo Melisa, mirando a Valerie con desdén.
-Se está aprovechando de ti, Valerie, tienes que tener cuidado-dijo Ciara.
-¿Por qué tengo que fiarme de vosotras?-preguntó Valerie, con recelo.
-Te costará creerlo, como a nosotras nos costó, pero Sarah sólo te admira para que le ayudes a ser popular, y así luego dejarte tirada y ocupar tu lugar-dijo Ciara.
-¿Me queréis tomar el pelo o qué?-nos espetó Valerie-. ¡Estáis muertas de envidia, eso es todo! Además, Sarah nunca me haría eso.
-Las apariencias engañan, ¡abre los ojos ya de una vez!-dijo Melisa, enfadada.
-Sí, ábrelos-dijeron Felicity y Ella al unísono, igual de enfadadas.
-Los abriré cuando crea yo conveniente, ¿no os parece?-dijo Valerie. Dicho esto, se largó con Jessica detrás de ella.
-Bueno, pues allá tú si no quieres abrirlos, luego no digas que te han hecho daño y no te han dado un aviso previo-dijo Sheila.
Ciara por fin tomó las riendas de la clase:
-¡Silencio, por favor!-ordenó.
Todos se callaron, incluidos los chicos, Valerie y Sarah. La clase estaba envuelta, en aquel instante, por un manto silencioso. Ciara quitó el manto al cabo de un minuto:
-Bien, clase. Ya hemos perdido bastante tiempo, pero no ha sido culpa vuestra, no os preocupéis. Hoy ya voy a hacer un ajuste de cuentas, sin que nadie replique. Ya sé que vosotros no replicáis, pero ayer hubo una persona (no voy a decir quién ni tampoco mirar a esa persona) que replicó. En cuanto a los instrumentos desafinados...no os preocupéis, dejad el problema en nuestras manos, lo tendremos listo cuanto antes.
La sirena sonó.
-Podéis iros-anunció Ciara.
Los alumnos de primero se levantaron en silencio y salieron en fila india, sin decir una palabra. El resto de nuestros compañeros también se fue sigilosamente. Nosotras nos quedamos las últimas.
-Me siento culpable-dijo Ciara-. Esto de ser profesora es más difícil de lo que creía. Con Sarah, Valerie y los chicos...
-Sobre todo con la enana de Sarah-dijo Melisa, con desdén-. ¿Quién se cree que es para meterse con alguien más mayor que ella? Y si se quiere meter, que se meta consigo misma. Los demás tienen que ser respetados cuando nosotros la respetamos.
-Voy a hablar con Bridgit, ahora tiene clase con 2º de Secundaria-dijo Ciara-. Vosotras iros a clase.
Nosotras fuimos a clase mientras Ciara cerraba el salón de actos y entraba en el instituto, al aula de 2º curso de Secundaria.
-Esto de ser profesora es complicadísimo, no sé cómo el señor Woods puede soportar toda esta presión, sobre todo a Sarah-dijo Sheila.
-Esa chiquilla es más mezquina que el demonio-dijo Melisa.
-¿Se comportará así con el señor Woods?-pregunté.
-Creo que no. Si se comporta bien con la señora Cooper...-respondió Felicity.
-Hay que hacer que los profesores nos crean, pero...¿cómo?-preguntó Ella.
-Ella, chica, ¿es que la cabeza no te da para más?-repuso Melisa-. ¡Hay cientos de ideas! De hecho, se me ha ocurrido una, aunque tengamos que quebrantar una norma.
-¿Qué norma?-preguntamos todas al unísono.
-No se puede usar el móvil en clase-respondió Melisa.
-Espera, ya sé por dónde van los tiros...-dijo Sheila-. ¿Vas a grabar cada día de ensayo con tu móvil?
-Exactamente-respondió Melisa-. Y a partir de ya, por supuestísimo.
-Pero todavía hay otro problema-intervine-. ¿Cómo grabarlo sin que Sarah se entere?-pregunté.
-Es verdad, es inútil, no lo puedo grabar con mi móvil-dijo Melisa-. Pero conozco a alguien del que puedo conseguir una videocámara discreta.
-¿En quién estás pensando?-preguntó Sheila.
-En Marvin, de cuarto curso-respondió Melisa.
-¿FrickyMarvin?-exclamó Ella, sorprendida.
Marvin Lionel era un chico de cuarto curso experto en ciencias, especialmente en Tecnología. Es conocido por sus apodos desdeñosos FrickyMarvin o FrickyLionel, y se hace su propio material escolar a base de cachivaches reciclados. También fabrica más materiales, tales como videocámaras, playeros que corren por ti a la velocidad que desees... Aunque no sea muy común para algunos, yo creo que esa idea es muy creativa y ecológica. Salvo los playeros: creo que con eso no se disfruta del deporte, sino de jugar sucio en el mundo del deporte.
-Sí; pero se llama Marvin, Ella-respondió Melisa.
Ella se ruborizó ligeramente.
En el segundo recreo le pusimos el día a Ciara y fuimos todas juntas a pedirle la videocámara a Marvin.
-¡Hola, Marvin!-lo saludamos.
-Hola, chicas. ¿Qué os traéis por aquí?-nos saludó Marvin.
-Queremos comprarte una videocámara, si es que tu negocio está en pie todavía-respondió Melisa, tratando de no cambiar su tono de voz normal a un tono de voz burlón.
Marvin tenía un negocio en el instituto, pero tampoco es que tuviera mucho éxito entre los alumnos: Vendía todos los artilugios que fabricaba. Su negocio se llamaba Marvin's Techno World (El mundo Tecno de Marvin o El mundo tecnológico de Marvin).
-¿Qué tipo de videocámara?-preguntó Marvin.
-¿Te quedan de esas discretas?-dijo Melisa.
-Sí-respondió Marvin-. Pero ahora he creado otras más actualizadas: tienen sensor de movimiento incorporado, y se pueden pegar a cualquier pared y altura gracias a la goma que las rodea.
-De acuerdo, nos llevamos una-decidió Melisa-. ¿Tienes una del color de la pared del salón de actos?
-Por supuesto, las videocámaras discretas que vendo aquí tienen los colores de las paredes de cada aula e instalación del instituto. Os la lleváis por el caso de demostrar que alguien está haciendo gamberradas a espaldas de los profesores, ¿verdad?-nos preguntó.
-Sí, has acertado-respondió Melisa-. Ahora, dinos lo que cuesta.
-Doscientas libras-dijo Marvin.
-¡Oye!-protestó Melisa.
-Ya estoy cansado de que la gente se lleve mis artilugios para que después se rían de ellos y luego los destrocen-dijo Marvin.
El negocio de Marvin tampoco es que fuese nada popular entre los compañeros. Era un poco popular, pero en un mal sentido: la gente compraba sus artilugios para usarlos y luego tirarlos. Los profesores, en cambio y como es lógico, ya sabían tratar bien el negocio.
-Puede que tengas tus razones, pero...-intentó replicar Melisa con calma, pero Marvin la interrumpió:
-O doscientas libras, o no hay videocámara-dijo Marvin. Se detuvo y le dedicó una mirada pícara a Melisa. Entonces añadió-: A no ser que salgas conmigo durante una semana. Entonces os paso el precio por alto.
-¿¡Estás chalado!? ¡Ni de broma saldría con un fricky que inventa artilugios extraños!-gritó Melisa, enfadada.
-Marvin, con todo el perdón del mundo, pero el mundo tecnológico te está volviendo tarumba-salió Felicity en defensa de Melisa.
-Entonces no hay trato, lo siento-nos dijo Marvin.
Ciara, para impedir que Marvin se saliera con la suya, dijo:
-Mira, Marvin, descuéntanos el precio cien libras, te juramos que no lo vamos a destrozar, es un caso urgente, y tú lo sabes.
Marvin miró a Ciara con recelo, y finalmente cedió:
-Está bien. Os lo rebajo 100 libras, ni una más ni una menos. Pero sólo porque sois vosotras.
-Hecho-dijo Ciara. Entonces sacó su monedero y de éste sacó dos billetes de cincuenta libras-: Aquí tienes.
-Gracias, señorita-dijo Marvin. Cogió las cien libras y se las metió en el bolsillo del pantalón. Seguidamente, le dio la videocámara a Ciara y nos dijo-: Y gracias a vosotras por haberos pasado por Marvin's Techno World. ¡Hasta otra!
-Hasta otra, Marvin-nos despedimos de él, un poco agobiadas. Marvin, cuando alguien iba a comprarle algo, era amable con todos, pero cuando la compra terminaba se mostraba más repugnante que el olor de los insecticidas. Este carácter sólo con compañeros. Con los profesores se comportaba bien al principio y al final de la compra.
-Este Marvin...al principio es agradable pero al final es repugnante con los alumnos-dijo Ella, al salir del aula de cuarto curso, donde estaba Marvin con sus aparatos-. Por eso lo llamo FrickyMarvin.
-Esta vez te doy la razón, Ella-dijo Melisa.
-¡Menuda cara que tuvo cuando dijo que pasaba el precio de la videocámara por alto sólo si salías con él durante una semana!-le dijo Sheila.
-Estúpido...no pienso volver a comprar más nada a su tienda, o negocio, o comolollame, por muy actualizados que estén sus...bichos-dijo Melisa, con desdén.
-Nosotras tampoco, ¿verdad, chicas?-dijo Ciara.
Asentimos.
-Pero ahora lo importante es centrarse en pillar a Sarah con las manos en la masa-dijo Felicity.
-Pero lo primero, poner en marcha este trasto-concluyó Melisa.
Al día siguiente, durante el recreo, la videocámara se puso en marcha. El día anterior habíamos logrado afinar los instrumentos a tiempo con ayuda de una llamada telefónica al señor Woods y con la cooperación de algunos compañeros de nuestra clase. Hoy la clase ya fue más tranquila, pero las jugarretas no cesaban todavía. Esta vez estábamos menos tensas, porque la videocámara grababa minuto tras minuto, cambiando su posición de un sitio a otro con discreción. Y todo gracias a Marvin, que el mismo día anterior vino al insti por la tarde a perfeccionar la videocámara, y también había venido a disculparse por su comportamiento.
Ciara trató de mantener el orden en la clase:
-Muy bien, chicos. Ayer hemos tenido un problema durante el ensayo, pero ya está solucionado. Así que hoy ya podemos continuar ensayando tranquilamente. ¡En marcha!
Todos se pusieron a sus puestos. Mientras tanto, Sarah intentaba conseguir su objetivo:
-Valerie, ¿cómo has tenido tanto éxito desde que estabas en primer curso? ¿A qué se debió ese éxito?-preguntó Sarah.
-Desde luego, no lo conseguí de la noche a la mañana-respondió Valerie-. Ser popular lleva tiempo y dedicación. Tienes que cuidar mucho tu imagen, mantener el expediente académico sin ninguna mancha (en caso de que se tengan, procurar tener las menos posibles), saber escoger ropa y complementos (por supuesto, de marca y que estén a la última). Y, si tienes algún enemigo, evitarlo y hacerle la vida imposible, como yo hago con las inmaduras de The Smiling Friends o comosellame su grupo. Ojo, ahora que si quieres hacer la vida imposible al enemigo, hazlo sin que se enteren los profesores y, en caso de que el enemigo intente destapar la verdad, procura evitarlo a mi manera, es decir, de tal manera que los profesores no se crean lo que dicen los enemigos: Pero para ello hay que tener el don de la actuación.
Desde luego, esos consejos son de lo más estúpidos, ¿no creéis? Yo creo que hay que hacer una vida normal, sencilla, no hacer una vida demasiado lujosa ni...alocada. Como yo llamo a este último término, "vivir al estilo Valerie". Pero cada uno es distinto y se plantea su vida a su manera.
-Y no sólo eso: también hay que ser astuta y mantener los ojos bien abiertos, porque la popularidad también puede desvanecerse en cualquier momento y de forma rápida-continuó Valerie-. Ante todo, estar alerta.
-No te importaría enseñarme, ¿verdad?-preguntó Sarah.
-¡Por supuesto que no! ¡Yo estoy encantada de instruir a la gente que quiere ser popular!-respondió Valerie.
-Oye, Valerie, ¿no estás harta de darle órdenes a Jessica y que ésta las haga mal?-continuó preguntando Sarah.
-Reconozco que a veces estoy un poquito harta de eso y de ella misma incluso, pero en el fondo es una amiga fiel, buena y de gran utilidad-dijo Valerie.
-Una amiga fiel y útil puede ser cualquier persona, como yo-dijo Sarah.
-Ya, Sarah, pero Jessica y yo somos amigas desde hace muchos años y no quiero perderla, a pesar de las bobadas que diga yo a veces cuando pierdo la paciencia-respondió Valerie.
-Valerie, hay dos cosas: una, Jessica no quiere ser como tú, y mucho menos ser popular-dijo Sarah, tratando de convencer a Valerie-. Y la segunda: ella está harta de ti, sólo que le da miedo admitirlo. Lo que ha dicho Jamie, aunque Jessica lo oculte, es verdad.
Ahí estaba diciendo la verdad, pero por desgracia, Sarah estaba jugando esa carta para fines no deseados.
-Eso son rumores-dijo Valerie.
-Soy la amiga perfecta para ti, Val-dijo Sarah-. Yo, sólo yo. No te arrepentirás en cuanto pases el rato conmigo.
-Lo siento, Sarah, no puedo-rechazó Valerie-. Puedo instruirte, pero no puedo permitir que Jessica se separe de mí. Vuelve con los demás chicos de arpa, vengo enseguida.
Mientras Valerie iba a buscar su arpa, Sarah seguía con su objetivo, separar a Valerie de Jessica. Se dirigió a Jessica:
-Jessica...¡qué placer verte!-dijo con falsedad.
-¿Qué quieres, Sarah?-quiso saber Jessica.
-Decirte que Valerie está harta de tenerte a su lado, para ella eres igual que una pulga en el pelaje de un perro-respondió Sarah-. Me ha dicho de su parte que no volvieras a ser su amiga y que te fueras con tu música a otra parte.
-¿Valerie dijo eso?-preguntó Jessica, con lágrimas de tristeza en los ojos.
-Sí, lo siento mucho-respondió Sarah-. Valerie quiere de amigas a chicas cuyo sueño sea ser popular y todas esas cosas, no chicas a las que les importa un comino.
-Vale, comprendo su decisión-dijo Jessica, manteniendo la calma. Dicho esto, Sarah se fue con su grupo de arpa.
Observé la escena detenidamente.
-Vuelvo enseguida, chicos-dije-. No os mováis de vuestros sitios y empezad sin mí, ¿de acuerdo?
Mi grupo, el de los alumnos de saxofón, asintió, y comenzaron a ensayar. Fui hasta la otra punta del escenario para hablar con Ciara.
-Ciara, ¿no te importará venir un segundo, no?-dije.
-En absoluto-respondió Ciara. Dicho esto, llamó a Luna, otra profesora de otro grupo de violín.
-Dime, Ciara-dijo Luna.
-¿Podrías ocuparte de mis alumnos un segundo, por favor?
-Sí, por supuesto-respondió Luna-. Me ocuparé de todos ellos. Sin problema.
-Gracias-dijo Ciara. Luna se fue y nos alejamos hacia el rincón más cercano al escenario del salón de actos para hablar.
-¿Qué ocurre?-quiso saber Ciara.
-Nuestra "amiga" Sarah ataca de nuevo-respondí-. Hace un momento estaba hablando con Jessica. Por lo que vi, casi la hizo llorar mientras Valerie iba a por su arpa. No está tramando nada bueno.
-Está cada vez más cerca de su objetivo-dijo Ciara-. Hay que frenarla lo antes posible.
A la hora siguiente, Jessica permaneció al lado de Valerie, pero no le dijo ni una palabra:
-Jess, ¿ocurre algo? Llevas desde que salimos del salón de actos sin hablarme-quiso saber Valerie, en un susurro.
Jessica no respondió.
-¡Eeeeh! ¡Holaaa! ¡Tierra llamando a Jessica! ¿Me oyes?-le espetó Valerie en voz baja, mientras corregíamos los ejercicios de matemáticas.
No hubo respuesta.
-Jess...-Valerie intentó seguir insistiendo, pero era inútil:
-¡Sssh! No me estoy enterando de nada. Por favor, Valerie, cállate-respondió Jessica.
-¿He hecho algo mal?-preguntó Valerie en un susurro.
-¡Señorita Guasch! ¿Quiere atender de una vez y dejar de molestar?-le llamó la atención la señorita Bennett a Valerie.
-Lo siento-se disculpó Valerie.
The Secret Door se rio por lo bajo. Las clases continuaron hasta que llegó el segundo recreo, donde aprovechamos la oportunidad para detener a Sarah, que en aquel momento estaba dando una vuelta por el patio:
-Confiesa-empezó Ciara, yendo al grano.
-¿Qué tengo que confesar? No os he hecho nada-dijo Sarah.
-Pero te estás aprovechando de Valerie, y a Jessica le has hecho daño-dijo Ciara.
-¿Desde cuándo os preocupáis por Valerie y Jessica?-nos preguntó Sarah burlonamente.
-Venga, niña, no seas inmadura y pon los pies en la tierra-dijo Melisa.
-Confiesa de una vez, porque si no tomaremos medidas-dije-. Como hacer que tu tutora y la directora te sonsaquen información.
-Lamento decirte esto, Sarah, pero la popularidad todavía te queda un poco grande-dijo Felicity.
-Y el hacer travesuras te queda un poco pequeño, ¿no crees?-dijo Ella.
-La popularidad no me queda grande, está hecha a mi medida-dijo Sarah, desafiante.
-¿Seguro? Si necesitas aprovecharte de Valerie para conseguir tu objetivo es que te queda un poco grande-dijo Ciara.
-Es como utilizar una escalera, y eso no vale-dijo Sheila.
Sarah comenzó a tener lágrimas en los ojos.
-Valerie está arriesgando ciertas cosas, como la confianza de los profesores-dijo Ciara-. Si un día la pillan con las manos en la masa haciendo algo indebido (le pasó una vez, pero luego se las ingenió para que los profesores volvieran a confiar en ella) y no puede utilizar su astucia, perderá dicha confianza, y probablemente no la vuelva a recuperar. Eso también influye en sus sucias estrategias para ser popular: también irá perdiendo poco a poco popularidad hasta que se desvanezca. Eso puede pasarle perfectamente a cualquiera, incluso a ti. ¿No te has dado cuenta que ser popular tiene sus riesgos?
Las primeras lágrimas de tristeza de Sarah comenzaron a resbalar por sus mejillas.
-Hace dos años envidiaba a Valerie-confesó-. Estaba en sexto de primaria, fue un año antes de haber repetido curso. Mis amigas y yo estábamos jugando tranquilamente en el parque a la comba, y cerca estaba ella, luciendo esa ropa de marca que le sienta fatal, y su amiga Jessica.
>>>Tras haber acabado la bolsa de pipas que las dos estaban devorando, se acercaron a nosotras para molestarnos. Bueno, mejor dicho, Valerie fue la que nos estuvo molestando y la que estaba devorando la bolsa de pipas:
-Hola, niñas-nos saludó Valerie-. Un juego interesante, ¿no?
No me cayó bien desde el principio. En cambio, a mis amigas sí.
-Sí, interesantísimo-respondieron ellas, hipnotizadas, clavando sus ojos sobre su figura.
-Bueno, realmente no-confesó Evelyn, una de mis amigas, riendo.
-Lo que realmente nos interesa es tu ropa y tu peinado-dijo Esmeralda, otra de mis amigas-. ¿Dónde has ido a por ella y dónde te han hecho ese corte de pelo tan chulo?
-Venid conmigo, os lo contaré por el camino-respondió Valerie.
Mis amigas se acercaron a Valerie.
-Sarah, ¿no te vienes?-me preguntó Vera, otra de mis amigas.
-No, no me apetece, gracias-respondí.
-Bueno, si no te apetece, peor para ti, pues-me dijo Valerie-. Vámonos, chicas.
¡Trataba a mis amigas como si hubieran sido amigas toda la vida! Eso me mosqueaba mucho, sobre todo cuando, tres días después, al comenzar de nuevo la jornada escolar, lucían ropa de marca y tenían unos cortes de pelo que no les quedaban bien.
-¿Qué tal nos ves, Sarah? Como sabes, hemos ido el fin de semana con Valerie a las rebajas, y gracias a ella hemos podido conseguir un nuevo cambio de look. ¡Mira qué ropa tan chula!-me dijo Esmeralda.
-¿Y qué hay de nuestras divertidas tardes en el parque saltando a la comba?-pregunté.
-Eso ya es historia, sobre todo nuestra amistad contigo-respondió Esmeralda.
Eso me partió el corazón. Esme lo notó, y me dijo:
-Verás, Sarah; Vera, Evelyn y yo hemos pensado que tal vez no puedas estar con nosotras. Ahora ya no nos divierte tanto saltar a la comba como antes. Queremos hacer otras cosas: ir a las rebajas, salir a dar una vuelta por la ciudad, etc. Y, como sabemos de sobra que eso no te interesa, lo mejor es dejar nuestra amistad truncada.
Encima, nuestra amistad había sido truncada para no volver a iniciarse. Aquellas dos cosas fueron las suficientes para dejar mi corazón hecho polvo, literalmente. Entonces prometí vengarme de Valerie cuando estuviera en primer curso. En teoría, me tendrían que haber quedado tres meses, pero por culpa de eso, mis notas comenzaron a caer en picado hasta llegar el tercer trimestre, con seis asignaturas suspensas. Mi tutora de sexto, viendo mis problemas académicos en los dos últimos trimestres, les aconsejó a mis padres que repitiera para darme más tiempo con los estudios, recuperarme del acontecimiento y hacerme otras amigas. Y repetí.
Repetir fue una desgracia para mí al principio, pero traté de pensar en positivo y olvidar el recuerdo. Gracias a eso, aprobé todas las asignaturas y logré pasar de curso. En cuanto a las amigas...no hice ninguna en especial. Aunque hubiera dejado atrás el recuerdo, mi alma estaba dolida.
El verano antes de haber empezado Secundaria decidí planear mi venganza. Decidí comportarme como Valerie hacía y fingí ser su admiradora e interesarme por la popularidad para así luego, mediante una serie de estrategias, lograr aplastarla. Intuía que perder a su "queridísima" amiga, su queridísima fama y sus "queridísimos" admiradores sería su punto débil, así que poco a poco me aproximé...aunque no sé si debo continuar.
Quisiera disculparme por mi comportamiento, sé que he dado mucho la lata y me he comportado como una niña de tres años. En cuanto a Ella y Felicity, tenéis razón: ya soy un poco grande para hacer travesuras y la popularidad no está hecha a mi medida. Lo siento mucho. Y Melisa, siento haberte llamado bruja, perdóname. >>>
-Sentimos haber sido duras contigo-dijo Ciara.
-Te perdonamos-dijeron Felicity y Ella al unísono.
-Yo también, no tienes por qué lamentarte-dijo Melisa con una sonrisa.
-No os preocupéis, no lo sabíais-dijo Sarah.
-Sarah, cuando tengas algún problema así, no dudes en comentárselo al orientador, el señor Kingsley-dijo Ciara-. Él es muy comprensivo y es alguien con el que puedes contar.
-Los profesores en este instituto son todos comprensivos-dijo Sheila-. Si tienes algún problema en alguna clase, no dudes en contarlo al profesor correspondiente o al señor Kingsley.
-Y no utilices la venganza como estrategia-dije-. Agua pasada no mueve molino. Y la violencia sólo riza el rizo a los problemas.
-Y a cada cerdo le llega su San Martín-dijo Melisa-. No te preocupes, que la vida le dará una buena lección a Valerie cuando menos se lo espere. Pero tus amigas también fueron muy inmaduras al haberse dejado llevar por ella. El pasado no se puede cambiar: lo único que se puede hacer es dejarlo atrás. Y si todavía te sientes dolida, cuéntaselo al señor Kingsley.
-Gracias por los consejos, y por vuestra comprensión-dijo Sarah.
-De nada, para eso estamos los profesores-dije, con una sonrisa.
Los días restantes ya fueron viento en popa: Sarah pidió disculpas a Jessica por haberla hecho daño, y le confesó a Valerie la verdad.
Los chicos no se atrevieron a continuar con sus jugarretas, ya que Ciara habló con George sobre lo ocurrido y le pidió que no volvieran a hacerlas en todo lo que quedara de semana, porque si no se las vería con su padre y con la madre de Ciara.
A la semana siguiente, cuando el señor Woods volvió al insti, nos invitó a ir a ver a los chicos de primero en el primer recreo del jueves, cuando los iba a examinar. El concierto fue magnífico, por lo que cada alumno de primero fue recompensado de su duro trabajo con un sobresaliente.
En cuanto a la videocámara...Melisa y Felicity se quedaron con ella, y borramos lo que la videocámara había grabado, ya que la clase había prometido no chivarse del comportamiento de Sarah ni contar el porqué a esa razón. Únicamente comentamos el porqué a la señorita Shapiro, con quien había hablado Ciara anteriormente sobre el comportamiento de Sarah. Ésta lo comprendió y prometió no contárselo al resto del profesorado.
El viernes, el señor Woods tenía preparada una sorpresa: nos había preparado una merienda en el gimnasio después de clase, como recompensa por haber trabajado duro con los de primero.
Nos lo pasamos bomba: hubo risas, música, bailes, conversaciones...¡y también recibimos la visita de los de primero!
Aquella semana fue la mejor de nuestras vidas. Fueron unos ensayos ajetreados, pero finalmente tuvimos una dulce recompensa.
Nunca hay que tirar la toalla, a pesar de que el obstáculo sea difícil. Con cada esfuerzo, obtenemos una recompensa. Y para obtenerla necesitamos poner algo de nuestra parte: eso es el esfuerzo; aportar nuestro granito de arena. De esa forma podemos conseguir nuestros objetivos.
lunes, 26 de marzo de 2012
domingo, 25 de marzo de 2012
Sabrina: la serie animada
Sabrina: la serie animada es una serie estadounidense de dibujos animados producida por DiC Entertainment. Sabrina Spellman es una adolescente de 12 años con un enorme corazón y tiene un secreto: es mitad mortal, mitad bruja. Las únicas personas que conocen su secreto son sus tías Hilda y Zelda, su tío Quigley, su mejor amiga Chloe y su gato Salem (un hechicero condenado a vivir en el cuerpo de un gato por el Consejo de Brujas).
PERSONAJES
Sabrina Spellman |
Sabrina en Sabrina's secret life |
Izquierda: Hilda Derecha: Zelda |
Tío Quigley |
Salem |
Salem en Sabrina's secret life |
Harvey |
Harvey en Sabrina's secret life |
Chloe |
Gema |
OTRAS SECUELAS
Además de esta serie, hay otras dos secuelas que la suceden: La película Sabrina: Friends forever (Sabrina en el país de las brujas) y la serie Sabrina's secret life (Sabrina: Academia de brujas). A partir de estas dos secuelas hay cosas que comienzan a cambiar en la vida de Sabrina.
En la película Sabrina: Friends forever, Sabrina cumple los 13 años y tiene que ingresar en la Escuela de Brujería. Sintiéndose inferior por ser medio bruja al contrario que casi todas las demás brujas de la escuela, decide ocultar su secreto y adquirir popularidad. Por ello, se une a una pandilla liderada por Cassandra, la sobrina de la bruja más poderosa de todos los tiempos, Enchantra, pero sobre todo se une para burlarse de una chica llamada Nicole. En cuanto Sabrina se da cuenta de que Nicole también es medio bruja, comienzan a entablar amistad. Finalmente, cuando Sabrina se gradúa, defiende a Nicole de las burlas de las demás y confiesa que ella también es medio bruja.
En la serie Sabrina's secret life, Sabrina tiene 14 años y continúa estudiando en el instituto de Greendale. Chloe se ha mudado y Gema ha ingresado en un colegio privado. En esta serie, la mejor amiga de Sabrina es Maritza y la rival es Cassandra, que ha ingresado en el instituto de Greendale para aprender a vivir entre mortales.
PERSONAJES NUEVOS DE "SABRINA'S SECRET LIFE"
Maritza |
Cassandra |
Enchantra |
martes, 6 de marzo de 2012
Lo + fresco: Marzo
¡Hola a todos!
Disculpad el haber recibido lo + fresco con retraso, no he podido publicarlo estos últimos meses, por tanto este mes ya habrá novedades.
Perdonad las molestias y muchas gracias.
Saludos,
Megan.
LO + FRESCO: LIBROS
-Finis Mundi, de Laura Gallego: Es el año 997. La gente teme que llegue el fin del mundo en el año 1000. Por ello, Michel, un monje de Cluny (Normandía, Francia) va a cumplir la profecía del ermitaño Bernardo de Turingia: reunir los tres Ejes (el Eje del Pasado, el Eje del Presente y el Eje del Futuro) para así invocar al Espíritu del Tiempo y salvar el mundo en compañía de su amigo Mattius, un juglar.
-La cometa de Noah, de Rafael Salmerón: La novela se centra en el año 1939, durante la época en la que los nazis invaden Polonia. La novela gira en torno a la familia Baumann, una familia judía, pero especialmente a dos de los miembros: Noah y su hermano mayor Joel. Noah es un niño autista que no sabe lo que está pasando a su alrededor, ni siquiera sabe que los nazis están invadiendo su país, Polonia. Mientras que su hermano Joel es el único miembro que lo está protegiendo de la guerra. ¿Lograrán estos dos hermanos sobrevivir a esta cruel etapa que se les presenta?
-Los tesoros de Harry Potter: En este libro cuentan cómo se hicieron las películas, las opiniones de los actores, fotos...y muchas cosas más de esta mágica saga.
LO + FRESCO: MÚSICA
LO + FRESCO: VÍDEOS (PELÍCULAS)
-Este chico es un demonio 2: Junior y su padre se mudan a otra ciudad a comenzar una nueva vida. El pequeño Junior continúa haciendo travesuras; mientras que su padre conoce a otra mujer, LaWanda, una mujer rica cuyas intenciones son casarse con Ben (el padre de Junior) y después deshacerse de Junior. Junior y su amiga Trixie harán todo lo posible para impedir la boda y hacer que Ben se case con la madre de Trixie, Annie (de quien está Ben realmente enamorado).
-Desayuno con diamantes: Holly es una chica escandalosa que vive sola en un piso y va sin rumbo por la vida, siempre disconforme, que solo es feliz visitando la joyería de diamantes Tiffany's. Un día, un nuevo vecino se instala en el edificio mantenido por su novia: Paul Varjak, un joven escritor. Ambos se conocen y se enamoran, lo cual hará que la vida de ambos dé un giro inesperado.
-Hacia rutas salvajes: La película se centra en Christopher McCandless, un joven que, tras terminar sus estudios universitarios, decide alejarse de la sociedad debido al conjunto de prácticas y costumbres que conllevaba el estilo de vida en el que se crió. A partir de entonces se convierte en un trotamundos, dispuesto a viajar por distintos territorios hasta llegar a Alaska.
Disculpad el haber recibido lo + fresco con retraso, no he podido publicarlo estos últimos meses, por tanto este mes ya habrá novedades.
Perdonad las molestias y muchas gracias.
Saludos,
Megan.
LO + FRESCO: LIBROS
-Finis Mundi, de Laura Gallego: Es el año 997. La gente teme que llegue el fin del mundo en el año 1000. Por ello, Michel, un monje de Cluny (Normandía, Francia) va a cumplir la profecía del ermitaño Bernardo de Turingia: reunir los tres Ejes (el Eje del Pasado, el Eje del Presente y el Eje del Futuro) para así invocar al Espíritu del Tiempo y salvar el mundo en compañía de su amigo Mattius, un juglar.
-La cometa de Noah, de Rafael Salmerón: La novela se centra en el año 1939, durante la época en la que los nazis invaden Polonia. La novela gira en torno a la familia Baumann, una familia judía, pero especialmente a dos de los miembros: Noah y su hermano mayor Joel. Noah es un niño autista que no sabe lo que está pasando a su alrededor, ni siquiera sabe que los nazis están invadiendo su país, Polonia. Mientras que su hermano Joel es el único miembro que lo está protegiendo de la guerra. ¿Lograrán estos dos hermanos sobrevivir a esta cruel etapa que se les presenta?
-Los tesoros de Harry Potter: En este libro cuentan cómo se hicieron las películas, las opiniones de los actores, fotos...y muchas cosas más de esta mágica saga.
LO + FRESCO: MÚSICA
LO + FRESCO: VÍDEOS (PELÍCULAS)
-Este chico es un demonio 2: Junior y su padre se mudan a otra ciudad a comenzar una nueva vida. El pequeño Junior continúa haciendo travesuras; mientras que su padre conoce a otra mujer, LaWanda, una mujer rica cuyas intenciones son casarse con Ben (el padre de Junior) y después deshacerse de Junior. Junior y su amiga Trixie harán todo lo posible para impedir la boda y hacer que Ben se case con la madre de Trixie, Annie (de quien está Ben realmente enamorado).
-Desayuno con diamantes: Holly es una chica escandalosa que vive sola en un piso y va sin rumbo por la vida, siempre disconforme, que solo es feliz visitando la joyería de diamantes Tiffany's. Un día, un nuevo vecino se instala en el edificio mantenido por su novia: Paul Varjak, un joven escritor. Ambos se conocen y se enamoran, lo cual hará que la vida de ambos dé un giro inesperado.
-Hacia rutas salvajes: La película se centra en Christopher McCandless, un joven que, tras terminar sus estudios universitarios, decide alejarse de la sociedad debido al conjunto de prácticas y costumbres que conllevaba el estilo de vida en el que se crió. A partir de entonces se convierte en un trotamundos, dispuesto a viajar por distintos territorios hasta llegar a Alaska.